Este miércoles recibimos en la redacción una nota de prensa en la que se expresa el más que justificado enfado de los responsables del Ayuntamiento de Arrecife por los nuevos actos vandálicos que han golpeado contra algo tan importante como es el mobiliario urbano y deportivo que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos. En la madrugada de este martes, como destaca Crónicas en su portada de hoy, las instalaciones del recién inaugurado Palacio Municipal de Los Deportes de Arrecife fueron el escenario de varios actos vandálicos que ocasionaron distintos desperfectos y destrozos: roturas de puertas y ventanas, pintadas en la fachada y el interior, utilización de extintores y mangueras contra incendios, destrozos en el parque infantil y en los aparcamientos... Se trata de una cuestión intolerable que no se puede consentir. Y no se puede consentir ya sea un acto de chiquillaje, que no tiene la pinta de serlo, como un acto intencionado para intentar influir en la campaña electoral, como sostiene la tesis del grupo de gobierno que lidera María Isabel Déniz. La Policía Local y la Policía Nacional, que se supone que estarán tras la pista de los idiotas que están detrás de estos actos, tendrán que esmerarse para encontrarlos. No se puede consentir que en pleno siglo XXI se sigan produciendo estas cosas. Igual que nos quejamos amargamente cuando vemos que se queman sin ton ni son papeleras o contenedores de basura (más de cien al año), nos tememos que quejar amargamente cuando ocurre algo así. Las imágenes que muestra este diario son lo suficientemente contundentes como para que comience una reflexión.
