Los carnavales de Tinajo, como pasa con los de Haría, como pasa con los de San Bartolomé, son los auténticos carnavales de pueblo en Lanzarote. Ni mejores ni peores, pero desde luego diferentes. Este año, una vez más, un éxito de asistencia de público y de turistas principalmente procedentes de La Santa que no se quisieron perder el espectáculo que había organizado el Ayuntamiento.
Como es habitual, el alcalde, Jesús Machín, al frente de la comitiva, pendiente de todo lo que estaba sucediendo, y dejándose querer incluso por los representantes de la oposición. En especial por el portavoz del principal partido que en estos años ha denunciado las cosas que creía que no estaban bien hechas, el Partido Socialista (PSOE). Como se debe hacer, en un día así tanto Machín como el portavoz de los socialistas, Urbano Hernández, se olvidaron de política y pasaron un rato muy agradable juntos.
El carnaval de Tinajo suele coincidir con el de Costa Teguise, que cuenta con toda la zona turística y residencial y una avenida espectacular, de ahí el éxito que tuvo también este año el municipio que gobierna el alcalde y compañero de Machín, Oswaldo Betancort. Pero son dos carnavales diferentes. En el de Tinajo se mezcló la diversión con la tradición, sin tantas aglomeraciones como en Costa Teguise pero con el mismo espíritu.
De hecho, dicen los asistentes que fue uno de los carnavales más participativos y más entretenidos de los que se recuerdan, con la presencia de comparsas, murgas como las ganadoras del Carnaval de Arrecife, batucadas y todo lo necesario para que el recorrido fuera de lo más animado.
Como es habitual, el coso transcurrió sin incidentes de mención, con absoluta normalidad, y condujo a una fiesta organizada por el Ayuntamiento que concluyó ya en la madrugada de este domingo.