martes. 29.04.2025

Se portaron las nubes durante el pasado fin de semana y “se mojaron” con esta isla cuyos habitantes ya no las miran, como no sea para maldecirlas porque les estropea el plan playero. Desmemoriados y desagradecidos al tiempo. Nuevos ricos con nuevos afanes (ociosos y estúpidos, principalmente).

En Arrecife, el viernes cayó un “palito” de agua. Nada, las cuatro gotas de siempre, que no alcanzaron ni para apagarle el cigarro al alcalde Pérez Pachorras, pero la caos-pital quedó hecha un asco (más asco aún, quiero decir). Es la demostración palmaria o gráfica de la inutilidad manifiesta de esos servidores públicos (vamos a aguantar la carcajada entre todos) a los que todavía hay gente, ilusa o interesada, que sigue votando en las urnas. Tiene que haber gente para todo, como dijo aquel torero ocurrente.

La buena nueva es la constatación de que durante casi todo el pasado fin de semana llovió con algún fundamento en algunas zonas de Lanzarote, de forma no muy intensa pero sí regular y hasta prolongada en ocasiones y por algunos puntos de esta pobre islita rica sin gobierno conocido. Agua celestial que hará que la recién estrenada estación primaveral se haga notar de forma instantánea en todo su color y esplendor en la siempre agradecida tierra conejera. Lo veremos y lo oleremos en apenas unos días, sobre todo campo adentro. Espectáculo real (y gratis, además) para la vista, a fe mía. Otra prueba de que por aquí lo único bueno que nos va quedando es aquello en lo que no interviene en nada la mano devastadora del hombre, o del principal enemigo del hombre: el hombre metido a político.

Todavía hay muchos medios de (in)comunicación que, cada vez que se aproximan lluvias sobres las islas, nos hablan del "empeoramiento meteorológico o climatológico". Tócate los nísperos. Lo que empeora no es el tiempo, sino la burricie mediática o mediocre, que no conoce límites ni fronteras, visto lo visto, leído o escuchado. Pero que digan misa y añadan el sermón los que no saben lo que dicen. Para los conejeros con un poco de memoria y otro cachito de sensatez el mejor tiempo posible siempre es el que trae la lluvia.

Todavía hoy, a pesar de lo que pase en Arrecife por culpa de los políticos que no se merece la capital insular cada vez que la lluvia merece el nombre de tal, si algún motivo auténtico y bien fundamentado tenemos en Lanzarote para celebrar algo es la llegada de las aguas, como aquellos indios de las praderas americanas. Justo lo que ocurrió el pasado fin de semana. Unos chubasquitos que siempre se agradecen en una tierra en donde el agua es bienvenida, así llegue pronto o tarde, así sea mucha o poca. En Arrecife, las quejas o reclamaciones al maestro armero... (de-leon@ya.com).

Bendita/maldita agua
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