Con motivo del rodaje en esta pobre islita rica sin gobierno conocido -a Manuela gracias-, estarán ustedes tan hartos como yo de leer o escuchar la palabrota “thriller” hasta en la sopa. “Almodóvar rueda un ‘thriller' en Lanzarote”; “Lanzarote, escenario de un ‘thriller' español”, que debe ser un ‘thriller' valiente, como el soldadito de la canción. ¿No fumas, inglés?
Abres el periódico, y ahí tienes el “thriller”. Enciendes la caja tonta (quienes todavía se atrevan a hacerlo, a estas alturas de la total degradación televisiva), y aparece el busto parlante de turno repitiendo la palabreja, gustándose al verse por unos instantes como un periodista políglota. Vas en el coche, pones la radio, y ahí tienes el “thriller”, sólo que esta vez la locutora lo lee tal cual, supongo que españolizándolo: “trille” dice tres veces, tal como suena, tal como lo leen. Porque, a todas estas, resulta que todos estos que repiten el palabra hasta gastarla no saben qué significa realmente, si es que significa algo sacado del contexto de su idioma original.
¿Se puede ser más tolete? Pues sí, porque el “periolorista” no conoce fronteras en su camino hacia las más altas cumbres de la cursilería, y bobada que escucha o lee, bobada que repite, cual papagayo papanata, creyéndose encima con una cultura superior al que se limita a llamar a las cosas por su nombre (por el nombre que le daban sus padres, sus abuelos, sus vecinos y por ahí seguidito). Por cierto, ¿saben los padres, los abuelos y los vecinos del (des)informador de turno de qué carajos está hablando éste cuando repite babiecadas como las del “thriller” o similar? Si la respuesta fuera o fuese negativa (sobre todo si los padres, abuelos o vecinos tienen de 50 años para arriba), ¿a quién le está hablando el simplón en la radio; para quién escribe la redactora ágrafa; a qué audiencia se dirige la presentadora catódica o catatónica?
Me consta que gran parte de la culpa de que se caiga en estos o similares ridículos periodísticos lo tiene, aparte del sobado disco del mismo nombre de Michael Jackson, el propio Pedro Almodóvar, cuya supuesta genialidad cinematográfica no soy nadie para negársela (aunque yo no la vea por ningún lado), pero que habla con el culo, como es triste fama. En tres idiomas, de acuerdo (español, francés e inglés), pero analmente. Se sabe de algunos presuntos políglotas que sólo son tontos en varios idiomas. Lo que ocurre es que al Almodóvar se le puede perdonar ya casi todo en Lanzarote, luego de la promoción internacional que su película le va a suponer o le está reportando ya a la isla más oriental y desorientada de Canarias. Vaya lo uno por lo otro.
La Real Academia de la Lengua que nos va quedando no acepta todavía, al menos hasta su última edición, la palabrota de marras. Pero todo se andará, no lo dude nadie, porque la Academia es política y socialmente correcta, y estando el Zapatero malhablado de presidente todo es posible, menos meterle mano a los problemas reales como -un suponer- la crisis económica, que ZP conoce pero se niega a reconocer, en la idea de que si no se nombra a la cosa la cosa no existe.
El 99% del “periolorismo” español que escribe o pronuncia (bien o rematadamente mal, porque tampoco hay que pedirle peras al olmo ni duraznos a la rama de batatera) lo del dichoso “thriller” no sabe, ni por asomo, qué significa eso. En caso de duda, hágase la prueba y la correspondiente pregunta. Yo lo he hecho en varias ocasiones, y doy empírica fe de esa ignorancia manifiesta.
-¿Y si no sabes lo que significa por qué lo dices?
-Porque lo dice todo el mundo...
Razón de peso, vive Dios. Y con lo bonito y sonoro que queda decir que lo que Almodóvar rueda en Lanzarote es una película de intriga... (de-leon@ya.com).