La crisis que sufre todo el mundo y todo el país se come también a El Mundo y El País (los periódicos). Sólo ABC y La Razón se salvan momentáneamente de la quema, pues ganan lectores, al contrario que los dos principales diarios de información general españoles, que son los grandes perdedores de la tercera oleada del siempre controvertido Estudio General de Medios. El País pierde 56.000 lectores, y El Mundo 6.000, si se comparan los datos con la segunda oleada del EGM, que se hizo pública el pasado mes de julio.
Todos esos datos los resaltaba en portada Periodista Digital. Sin embargo, no casan con las respectivas portadas de la misma fecha de El País y El Mundo, que recogen la misma noticia sobre las mismas cifras del EGM. Ninguno de los dos diarios que están en caída libre habla de esos miles de lectores que están perdiendo a puntapala, e intentan burlar al lector destacando en primer lugar los datos secundarios, y ninguneando, maquillando o despreciando los verdaderamente importantes (es lo que podíamos llamar por aquí abajo como el “estilo Mela”: el viaje a China es gratis, por supuesto, pero lo pagamos todos los lanzaroteños). Así, así, gana... El País.
En Canarias, ¿recuerda el lector cuántos años hace que no lee ni en portada, ni en contraportada ni en páginas interiores de los dos periódicos canariones las cifras de su difusión o audiencia? Ni del EMG ni de la OJD ni de la quiosquera del barrio. ¿Adivinan por qué? En efecto: tanto La Provincia como Canarias 7 están desde hace años en caída libre con respecto al número de ejemplares vendidos y lectores seducidos por los cupones para los portales de belenes canarios (hechos en China), las escupideras y otras machangadas atrapa-ágrafos. Sólo el periódico tinerfeño El Día, que lleva tres años siendo el diario canario más leído, sigue publicando esos datos de audiencia. ¿Casualidad?
En el periodismo, como en la política, todo son medias verdades. O sea, mentiras enteras... y además de las peores, según el dicho. Mentiras que mantienes tú, con tu voto. Así que échales azúcar y trágatelas todas sin rechistar. Y si los mentirosos te han buscado echadero o enchufe, debes aplaudirle encima por la gracia que tienen hasta cuando mienten. Sobre todo, cuando mienten. (de-leon@ya.com).
