miércoles. 30.04.2025

El título lleva a engaño. No hablo de ninguna mujer soldado, sino de la soldada de la que procede lo del sueldo. Soldada era lo que se pagaba a los soldados (en mi época, una p.m.), allá cuando el servicio militar voluntario que cumplíamos a la fuerza, a no ser que tuvieras los pies planos (si tenías el cerebro igual incluso podía ascender de graduación, porque en el Ejército de reemplazo el que no servía para cabo iba derechito para sargento, como era triste fama). Nada que ver el sueldo o el haber de los soldados que sí hacíamos un servicio a la patria, que malamente les alcanzaba a los más fantasmas para comprar condones (o estaban muy caros o se f...ardaba mucho), con los sueldazos que se acaban de adjudicar a sí mismos, con dos sinrazones, los consejeros del grupo de gobierno del Cabildo conejero. Hemos pasado del salario del miedo, como el título de aquella película, al salario de miedo, que es el que se gastan los que disparan con pólvora ajena y además nunca se responsabilizan ni de lo que hacen mal ni de lo que dejan de hacer. ¿Y hay que concederles también cien días de gracia a los que toman medidas que no nos hacen p. gracia?

Mientras las hipotecas suben y el turismo baja (ir a Fitur sólo a f...ardar es lo que tiene), la desvergonzada clase política lugareña se concede a sí misma unos sueldazos que saldrán de los exprimidos bolsillos de los que sufren las hipotecas quitahipos y de los que pagarán en carne propia la huida en masa del turismo. Y ni se le ocurra decir a usted que todos los políticos van a lo mismo y que todos son iguales (falso: los hay malos y los hay peores), y mucho menos aconsejar que, ante tanta falta de decoro y disimulo, no vaya encima a votar al mismo que luego le va a sangrar. “El pueblo paga”, decía ayer el viejo en el bar cuando escuchaba al vecino de barra hablar de las primeras medidas tomadas en ayuntamientos como Arrecife, Teguise y en el Cabildo: la pornográfica subida salarial de los esforzados concejales y consejeros. Lo primero es lo primero, y todo lo demás es secundario.

Te vas al Diccionario de la Lengua Española, buscas lo de obsceno y te aparece la definición junto a una fotografía del pleno del Cabildo de este martes: “Impúdico, torpe, ofensivo al pudor”. Tal cual. Así son esos sueldazos impúdicos que se han hecho públicos. Y los de los mozos de espada o asesores de la nada elevada al cubo, que tampoco serán mancos, teniendo en cuenta que habitualmente asesoran lo que usted y yo sabemos que asesoran. Ayer al mediodía me escuchó decir todo esto y más en la radio una de las consejeras con suerte. No más salgo de la emisora me llama:

-Hay que ver cómo te pasas, Miguel Ángel. Qué raro que los periodistas...

-Empezamos mal, mi niña. Ni soy ni trabajo de periodista...

-Bueno, pero trabajas en los medios. Y nadie en los medios ha criticado que uno de ese gremio haya estado cobrando hasta ayer mismo un sueldazo de un ayuntamiento, mayor incluso que el de los concejales, y sin haber sido elegido por los ciudadanos, al contrario que nosotros. Claro, como era el que los invitaba a ustedes a las comidas, los viajes y las noches en hoteles...

-A ese lo nombró a dedo otro político, y estás hablando con alguien que está cansado de denunciar esas confraternizaciones político-periodísticas. Por cierto, otro colega tuyo, Juan Antonio de la Hoz, se declaró objetor de conciencia par no ir a la mili. Consulta si yo puedo declararme objetor fiscal o algo parecido para negarme a pagarles a ustedes ese dineral.

-La llevas clara. Incluso lo que no nos votan tienen que pagar. Pero supongo que esto no lo vas a escribir en el periódico.

-Hasta la duda ofende... (de-leon@ya.com).

La soldada obscena
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