martes. 29.04.2025

Viene un informe hecho por expertos de fuera del Archipiélago Veneno, señala lo evidente (o sea, lo que podíamos ver todos los que íbamos sin vendas en los ojos) sobre las ventajas, privilegios, usos y abusos de los maestros en Canarias, y se monta la mundial. ¿De verdad somos tan hipócritas y tan ciegos? Tal parece que sí.

En efecto, el último Informe Pisa descubre la pólvora (mojada) que algunos ya llevábamos décadas denunciando de forma pública y publicada en esta misma tribuna de opinión, ganándonos los insultos anónimos y cobardes (con perdón por la redundancia) de muchos educadores poco educados que sufrimos y pagamos a precio de oro en la costosa e inútil Educación en Canarias, si la hubiera o hubiese, que no soportan tampoco que vengan unas expertos de fuera del Archipiélago a decirle al Emperador (el STEC o el estúpido que se niega a ver lo evidente) que va desnudo… a pesar de lo que cobra (unos 2.500 euros en Secundaria, en estos tiempos de crisis zapatera y cinco millones de parados). Los educadores de la nada en canarias, reyes del fracaso escolar, son los que más cobran, los que más vacaciones tienen y los que menos rinden. Números cantan. Obviedades sobre obviedades. Pero no las señales, que te señalan con el dedo.

Los que redactan el informe sobre la (poca y mala) Educación en Canarias viven fuera de las islas, como queda dicho. Más lejanía, más objetividad e independencia, pues la excesiva cercanía a los árboles nos impide ver el bosque en toda su extensión, como nos ha ocurrido hasta ahora con la opinión interesada de sindicatos de Enseñanza, políticos populistas y medios de (in)comunicación incapaces de ejercer la más justificada de las críticas. Dicen los expertos en sus llamativas conclusiones que “la retribución de los profesores en Canarias es muy superior a la de otros países europeos y de la OCDE, tanto en términos relativos como absolutos”. Para eso se lo curraron ellos con aquellas huelgas constantes, a dos o tres por año, aplaudidas encima por la misma prensa que tiene la crítica a los (malos) enseñantes como asunto tabú. ¿Has visto que ya no se atreven a salir a la calle, no vaya a ser que ésta se les vuelva en contra ante tanto abuso?

Otra perla del informe de marras repleto de evidencias y verdades del barquero: “El equipo de la OCDE no entiende el motivo por el que se permite a los profesores estar menos horas que las que les corresponde por contrato (37,5) bien en el centro, bien de guardia por si tienen que cubrir alguna contingencia”. Los expertos cuestionan la jornada continua (cuando se implantó y aquí criticamos la morro-cotuda medida se me dijo de todo menos batatero, lustros atrás), y la califican de “extenuante”, pues consideran el horario de los colegios e institutos de incompatible con los ciclos biológicos de descanso y sueño.

Ajenos a las fatiguitas de la misma sociedad que los sobrealimenta, los maestros de la nada, los reyes del fracaso escolar (el mayor de toda España, el peor de toda Europa), exigen que se les dé todo lo que les prometieron allá cuando atábamos los perros con chorizos, porque en tiempos de abundancia vieron flojera en la clase política y reclamaron el oro y el moro, con todo el morro. Y quieren que esos privilegios se mantengan, llueva o truene, diga misa o añada el sermón el Informe Pisa, Morena.

Tiempito atrás afirmaba ufano el secretario general de CC OO en Canarias que “no perdonaremos ni un euro”. ¿Esperabas de los mimados maestros otra solidaridad que no fuera o fuese hacia ellos mismos? Tienen la parte alícuota de culpa que tienen, porque la naturaleza humana es así de insensible cuando se apunta a bruta y ciega, pero la culpa verdadera y primigenia es de los políticos que se venden al mejor postor por un plato de votos (como en Inalsa, como en los Centros Turísticos, donde se creó el monstruo insaciable del trabajador mimado y consentido, que nunca mira hacia abajo sino hacia arriba y siempre ve a alguien que está mejor que él, no a la mayoría que pasa las de Caín).

Algunos siguen creyendo que sólo tienen derechos y ninguna obligación. ¿Cómo es que unos de los gremios más mimados, mejor pagados y más descansados (vacaciones y puentes sin cuento) es el que más huelgas, protestas y cortes de calles protagonizó en su día? Pues por aquella lógica elemental y muy humana que avisa y advierte que suele ser casi siempre el que más tiene el que más quiere y reclama. ¿Los has visto alguna vez manifestándose abogando por los derechos de los alumnos?

El principal y máximo (i)rresponsable de la poca Educación que nos va quedando en Canarias ha sido, desde los tiempos lamentables del megapopulista y ultrademagogo Lorenzo Olarte Cullen y su suicida homologación que nos hipotecó para los restos a todos los que vivimos en este Archipiélago a la deriva, el propio Ejecutivo autónomo o autómata regional, aunque ahora que el monstruo va a por él quiera pararle las patas. A conejo ido, palos a la madriguera. Sindicatos de clase sin clase alguna y educadores sin educación son culpables de la situación en segundo o tercer grado. El primero, el máximo culpable es el político al que votas en las urnas para que te hunda, hoy como ayer.

Alguna vez tenía que llegar el día en el que se nos llenara la cachimba ante tanto abuso y ante tanta inutilidad manifiesta. No digas que no te lo avisé.

Maestros del engaño
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