lunes. 28.04.2025

El esfuerzo inútil produce melancolía, como es triste fama. Y más si encima te esfuerzas, sobre todo, en la mentira. En la mascarada. En aprovecharte de la inocencia de la gente o en la ingenuidad (no pocas veces interesada) periodística. Y la trampa siempre sale, como decíamos allá cuando chinijos. Parte de ella, pero no toda, la acaba de sacar a la luz el Tribunal Supremo, con dos sonoras bofetadas dadas con una diferencia de apenas varias horas. El Cabildo (CC-PSOE) iba de farol, y lo han trincado en el embuste… aunque muchos seguirán comulgando con esa atragantadora rueda de molino, porque a veces se vive más cómodo instalados en la mentira que en la realidad, sobre todo si la mentira desgasta políticamente al principal enemigo político (he ahí la verdadera madre del baifo, el nombre cabal de la bicha que no hay que nombrar). ¿O no hay acaso mentiras más bellas que muchas verdades? Fuera de la corrección política hay mucho frío.

Ahora viene el Tribunal Supremo con las rebajas. Y encima tendremos que pagar todos las costas (costas, ¿lo pillan?) por la (im)postura del Cabildo, ese que mantiene todavía el cartelón en la fachada, al (mal) estilo hariano, menospreciando así la opinión de miles de lanzaroteños que no necesariamente tienen que compartir ese lema tramposo (pregúntales a los falsos predicadores por las inversiones reales en energías renovables y luego me cuentas). CC y PSOE hacen uso y abuso del poder al dar por hecho que el Cabildo son ellos (institución y edificio, alfa y omega)… y que no hay nada ni nadie más fuera de su (im)postura.

Si el PP supiera o supiese hacer oposición, que es obvio que no sabe, los usos y abusos del grupo de gobierno y mando del Cabildo con respecto al petróleo le supondría un buen susto a los que han confundido la parte con el todo… pero los “pepones” están a por uvas en la oposición y en la venta de imagen, donde tienen al enemigo.

Ya te conté, en hablando de la matraquilla pe-trolera donde mienten ellos y ellas, que el ministro Soria está en su papel (de malo), pero el PSOE lleva disfraz, y los que abominamos del carnaval por lo que tiene de impostura y de manejo político de las masas con ese cómplice necesario que es el infraperiodismo vivacartagenero seguiremos señalando la careta del carota como el que predicaba en el desierto. Ya te dije que donde José Manuel Soria (PP) ve futuros pozos de petróleo, el falsario PSOE que nos avergüenza a todos los socialistas que no le hemos sacado partido (económico) al Partido ve un filón populista para agenciarse simpatías electorales en estos tiempos de perdición a los que el propio PSOE nos ha llevado a todos. ¿Ahora resulta que el Partido Socialista ha estado siempre en contra de la explotación petrolífera en aguas canarias? ¿De verdad sale tan barato y fácil insultar la memoria y la inteligencia de todos los canarios? Pues vamos a ponérselo un poco complicado a los que van de listillos o enterados de la caja del agua y tienen siempre un mensaje distinto y distante según hablen en un sitio u otro, antes o ahora. Te leí aquí mismo aquel titular del diario ABC del pasado año, en vísperas del carnaval de 2011 no más: “José Miguel Pérez ve en el petróleo una gran oportunidad para las islas”. El secretario general y candidato del PSC a la presidencia del Gobierno regional manifestaba abiertamente que la postura contraria de su partido en el pasado “fue un error”. Algunos aprovechaban la inminencia carnavalera para quitarse las caretas… Que no pare la carnavalada.

Humildemente te he venido avisando desde hace años en esta misma tribuna que en esta pésima película de petroplátanos, petropejines y pijoprogres que todos van de farol. Todos mienten. Pe-troleros, insisto, con permiso y con perdón por el elemental juego de palabras. Pero el que ha contado las trolas más gordas es el PSOE, con diferencia. La hemeroteca, esa gran enemiga del político incoherente y embustero, no me dejará por mentiroso. ¿Recuerdan la recurrente serpiente de verano de 2010?: “El Gobierno de Canarias no cierra totalmente la puerta a la realización de prospecciones petrolíferas en las costas canarias”. Pero sin relajos, como se precipitó a terciar en el envite Paulino Rivero: “No vamos a permitirlo. Primero queremos el reconocimiento de las aguas, que las aguas sean canarias, y a partir de ahí hablamos”. Hombre tenemos. Ojo al dato: “Aguas canarias”, como las de Firgas o las que hace Inalsa. Un respetito ahí al agua con denominación de origen. Pocas bromas con eso. ¿Recuerdan que José Luis Rodríguez El Puma (Zapatero, perdón) le vendió la moto y la mula a Paulino en forma de unas aguas canarias que convertían al archipiélago, sobre el papel (mojado) en la región más grande de España y parte del extranjero? ¿En qué quedó aquella promesa que tanto vendió CC por aquí abajo? Pues eso: en humo. Agua de borrajas, nunca mejor dicho.

Especificó hace apenas unos meses Rivero, que se puso torero (o gallito, porque en Canarias los toros están mal vistos), que “si entregamos un cheque en blanco para que Repsol se lucre en aguas canarias y que eso sea sólo para negocio de los privados o para beneficios que no llegarán a los canarios, la respuesta es rotundamente no”. O sea, sí pero no. Igualito que el PSOE, pero a la inversa. El Gobierno no descarta buscar petróleo, por si lo hubiera o hubiese, pero el presidente del mismo Ejecutivo avisa y advierte que tampoco hay que pasarse. Más claro, el agua clara. Más oscuro, imposible. El que lo entienda que lo compre (o lo vote), como al burro del afamado cuento.

Ya por aquel entonces descubría el desnortado José Miguel Pérez, que sigue siendo secretario general de un PSOE canario que va literalmente proa al marisco, la engañifa socialista que todos nos olíamos de antemano. Se desenmascaraba definitivamente el discurso cínico del PSOE con respecto a la explotación petrolífera en las costas conejeras y majoreras. Saltaba así por los aires su habitual doble lenguaje psoecialista, que por cierto ha vuelto a cambiar de viento con motivo de la ventolera “soriana”. Llámalo hipocresía, si te gusta hablar en cristiano. Pero lo cierto es que ni nombre tiene tanta pose pretendidamente ecologista y tanto engaño a su propio electorado.

Mil y una mentiras más están a punto de ser descubiertas. Las iremos conociendo en los próximos días… aunque en realidad siempre estuvieron a la vista de todos los que no se negaron a ver lo evidente.

Pe-troleras
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