lunes. 28.04.2025

Ya es oficial. Se hizo público aprovechando el “jacío” de justo después del verano, cuando nadie está por ni para nada, como es triste fama: “El Cabildo incorpora la casa de José Saramago en Tías al catálogo de establecimientos de interés turístico o cultural de Lanzarote”. Lo de cultural es para quedar bien, lo que importa es lo turístico… y a hacer caja en A Caja (A Casa, perdón).

Rapidito y buena letra (de cambio). El Cabildo conejero aprobaba la ocurrencia, además, por unanimidad de todas las debilitadas fuerzas políticas que lo conforman. Hasta la duda ofende. A ver quién se atreve a llevar la contraria y ganarse la enemistad de la señora ama de llaves de Manderley (véase Rebeca, la gran película blanquinegra que rodó el maestro Alfred Hitchock allá por los años 40 del siglo pasado).

La explicación oficial para justificar esa nueva denominación de origen del chabolo conejero de don José Saramago es que –cito literalmente- “el hogar del Premio Nobel portugués cumple con todos los requisitos establecidos por la Corporación para tal fin”. ¡Qué bien, hoy cenamos con Isabel!, como cantaron a coro todos los presos de la cárcel de Lanzarote cuando se enteraron de que estaba a punto de ingresar en sus cómodas instalaciones una reciente ex alcaldesa de Arrecife, la caos-pital conejera. ¡Ya estamos (casi) todos!

El nombramiento de marras se sustenta en un informe emitido (ojo al dato, que no es chico ni manco) por la Consejería de Turismo del Cabildo cuyo gobierno actual le hace “fos” al petrótelo (de cara a la galería) pero no a otros negocios no menos oscuros. Lean: “La Casa Museo José Saramago constituye una aportación a la oferta turística de la isla dado el interés que suscita la obra y figura del Premio Nobel de Literatura”. ¡Acabáramos! Aquí hay negocio, socio. Y encima barnizado con la excusa literaria o cultural. Pero lo importante es que hay un interés… turístico, por supuesto. ¿No fumas, inglés? Pícamelo menudito, cristiano, que lo quiero para la cachimba. Por el interés te quiero, Andrés. Sólo por el interés. ¿Y quién lo dudaba?

Y la perla final de la noble y culta decisión cabildicia: “El Pleno acordó instalar rótulos y señalética vertical indicativa en las carreteras de la isla para facilitar su localización a todos los visitantes y turistas (o sea, propios y extraños) que tienen interés en conocerla”. Otra vez el interés. Desinteresado, por supuesto. Y que no se nos vaya a perder ningún cliente potencial (cultural, quise decir) por esos caminos y veredas tan mal señalizados de esta pobre islita rica sin gobierno conocido.

Todo queda en A Caja (en A Casa, perdón). No se vaya a perder nada ni nadie por el camino. Y que nadie piense mal tampoco. Que ningún maldicente venga ahora recordando cosas raras de la ama de A Casa, como lo de aquel bodorrio “gratis total” del que habló la prensa (de fuera de Lanzarote y de Canarias, por descontado). Ah, esos poderes fácticos que se mueven tan cómodamente por los medios de comunicación conejeros. Atrévete a meterte con ellos y te verás en la creciente cola de parados más pronto que tarde. Total, aquello fue un pequeño escándalo de 9.000 eurillos de nada. Filfa, aunque la pagaran los ciudadanos gracias a la magnanimidad del PSOE andaluz, el partido al que pertenece la sectaria periodista que trabajaba en ese paraíso de la objetividad informativa que es Canal Sur. Te la regalo (a ella y a su objetividad militante o militonta). Por aquí abajo todo fue silencio, o aplausos atronadores ante la desconsolada viuda. Sin embargo, en la prensa nacional (El País, El Mundo y por ahí) se publicaron en su día y momento algunos datos sobre la sorprendente segunda boda en régimen de “gratis total” de la mimosa mujer que a poco que le censures algo sobre su insaciable apetito (“cultural” lo llama ella también) coge la Fundación (tenía ya unas tres en mente) y se manda a mudar… “¿Que no la quieren en Lanzarote? Pues me la compran baratita en Portugal…”, llegó a decir ella recientemente. Y el Cabildo conejero, y todos sus consejeros culturetas, corriendo para atender las reclamaciones de la desconsolada viuda. Las pachorras que tienen para unas cosas y las prisas que se dan con otras…

Pobre escritor. Él muerto y ella haciendo y deshaciendo a su ambicioso capricho y antojo, que se dan de cara con la obra literaria del excelso y egregio difunto. Antojos que encima quiere que le sigan pagando las instituciones públicas. O sea, todos nosotros, pecadores.

Te lo avisaba aquí mismo, en esta columna, hace unos meses: “Ojito y cuidado con lo que están pensándose hacer en el Cabildo o en el Ayuntamiento de Tías”. Ya está hecho. La faltriquera de la viuda sigue creciendo. Unas personas mueren por la cultura y otros se hacen de oro con ella. El muerto al hoyo y la viva al bollo. (miguelangeldeleon.blogspot.com).

Su desconsolada viuda
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