Arrecife cuenta desde este sábado con un lugar que lleva décadas demandando, un sitio donde sus habitantes y sus visitantes podrán disfrutar de una oferta comercial y de ocio única. Marina Lanzarote, el puerto deportivo que ha construido la familia Calero, es una realidad que está abierta a los ciudadanos y que pretende ser el lugar de todos.
Este sábado por la mañana se terminó el largo proceso que ha llevado durante años a la capital de Lanzarote a estar huérfana de una infraestructura portuaria moderna y de primer nivel. El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha sido el encargado de cortar la cinta inaugural de Marina Lanzarote junto al padre de la criatura, el conocido empresario José Calero. Con ellos, el resto de autoridades de la Isla, como el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, el senador por Lanzarote, Oscar Luzardo, o el alcalde de Arrecife, Manuel Fajardo.
Junto a ellos, cargos del Gobierno de Canarias como la consejera Inés Rojas, el consejero Domingo Berriel, o el viceconsejero Mario Pérez; alcaldes como el de Tías, José Francisco Hernández, o la de San Bartolomé, Dolores Corujo; concejales de la capital del grupo de gobierno y de la oposición. Todos arropando un proyecto empresarial que no decepcionó a nadie.
Desde primera hora fueron llegando numerosas autoridades políticas, civiles y militares, empresarios y ciudadanos de toda índole, todos con la idea de ver si la obra del deseado puerto de Arrecife respondía a las expectativas generadas. Nadie salió defraudado no sólo del sencillo acto de inauguración sino de lo que a partir de este momento se va a ofrecer a toda la población, en un puerto "netamente público", como dijo el presentador del evento.
Aunque todavía faltan cosas por hacer, algunos locales por ocupar, el puerto deportivo es una realidad cien por cien operativa, no sólo para el uso y disfrute de los ciudadanos que se quieran acercar hasta allí para tomar un café, una hamburguesa, comprar una camisa o ir al gimnasio Assa Sport, sino para albergar, como se vislumbró en su día, a la mayor flota de barcos de recreo del Atlántico. De hecho, al margen de los locales comerciales y del moderno diseño obra del arquitecto lanzaroteño Carlos Morales, impresiona ver de cerca la grúa preparada para sacar del mar cualquier yate o megayate y la enorme explanada dispuesta para reparar decenas de embarcaciones.
La gente que está detrás de Marina Lanzarote no ha reparado en gastos para este arranque de su enorme proyecto empresarial. Por eso, al margen de la inauguración de este sábado por la mañana, está previsto que a lo largo de todo el fin de semana se desarrollen múltiples actividades para todos los públicos, para los más pequeños y para los más mayores.
