Isabel Wilkerson tiene un libro, “Casta: El origen de lo que nos divide”, dentro del cual hay un capítulo titulado Los nazis y la aceleración de las castas, donde describe una reunión celebrada en Berlín el 5 de junio de 1934, a puerta cerrada, de un comité de burócratas nazis, que consideraron la ocasión tan importante para que hubiera un taquígrafo que trascribiera todo. Mientras se acomodaban en sus sillas para fraguar las Leyes de Nuremberg, el primer tema de la agenda era Estados Unidos para ver qué se podía aprender de ellos. Presidía el acto, Franz Gürtner, ministro de Justicia del Reich, el cual presentó un memorando de cómo EEUU controlaba a los grupos marginados y defendía a los blancos. Los diecisiete funcionarios y expertos en derecho examinaron las leyes de pureza estadounidenses que regulaban la inmigración y los matrimonios interraciales. Querían avanzar rápidamente en sus planes de pureza racial y segregación racial y sabían que EEUU les llevaba siglos de ventaja. Los nazis se sintieron atraídos por las teorías raciales de dos eugenistas estadounidenses, Lothrop Stoddard y Madison Grant. La palabra untermensch, “subhumano”, una injuria racial que los nazis adoptaron en su proyecto para deshumanizar a los judíos y a otros no arios- la tomaron prestada de Lothrop Stoddard. Este se doctoró en Historia en la Universidad de Harvard en 1914, lo cual lo investía de gran prestigio. Miembro del grupo supremacista blanco racial Ku Klux Klan, fue uno de los más infames defensores estadounidenses de la eugenesia, una creencia en la cual la sociedad podía mejorarse a través de la reproducción selectiva. Creía que la civilización occidental estaba en peligro por una "marea creciente de razas de color”. Publicó en 1922 “La revolución contra la civilización: la amenaza del sub-hombre”, en el que advierte sobre la amenaza de los "sub-hombres" y las "masas sucias" que llevarían a la destrucción el orden social a través de la revolución. Entre 1939 y 1940, visitó Alemania para entrevistarse con líderes nazis como Himmler y Hitler. Siendo sus ideas racistas las que vendrían a justificar las muertes de millones de personas en Europa y el mundo en la búsqueda de una civilización utópica bajo la bandera de la “raza aria”
También de la lectura del libro de Isabel Wilkerson me ha impactado un hecho ocurrido en los EEUU el 19 de julio de 1935, y del que podía tomar como modelo la Alemania nazi. Es en Fort Lauderdale, Florida. Se conserva una fotografía truculenta. Aparece colgado tras ser linchado en un árbol el cuerpo flácido de Rubin Stacy, con su mono destrozado y ensangrentado, lleno de agujeros con las manos atadas al frente, la cabeza caída como consecuencia de la cuerda del linchamiento, asesinado por asustar a una mujer blanca. Según investigaciones posteriores, lo verdaderamente ocurrido es que fue a pedir algo de comida a una casa y al salir la mujer se asustó. En la fotografía asisten varias niñas blancas bien vestidas de familias bien como si fuera un espectáculo, y la que aparece a la derecha se muestra contenta y feliz. Realmente sobrecoge. No obstante, los linchamientos formaban parte de un carnaval y atraían a miles de curiosos que se convertían en cómplices de tal sadismo. Se avisaba con antelación a los fotógrafos y se instalaban imprentas portátiles para que tanto los linchadores como el público, se pudieran llevar una instantánea de recuerdo. Hacían postales de gelatina para regalar a sus seres queridos. Las postales de linchamientos se convirtieron en un floreciente subdepartamento de la industria de postales. En 1908, los envíos crecieron tanto, y estas prácticas eran tan repugnantes, que la Dirección General de Correos de Estados Unidos prohibió su envío. Sin embargo, la nueva ley no impidió que los blancos norteamericanos compartieran sus hazañas. A partir de entonces, simplemente introducían la postal en un sobre. La revista Time el 2 de abril del 2000 escribió: “Ni siquiera los nazis se atrevieron a vender souvenirs de Auschwitz”.
Llama la atención que todavía se nos presente por muchos politólogos y expertos en ciencias sociales a los Estados Unidos como paradigma de la democracia. Es pura hipocresía ya que es un régimen, que proclama urbi et orbi la libertad para todos los hombres, mientras a lo largo de su historia ha mantenido y tratado a determinados colectivos- como los afroamericanos- con una extraordinaria brutalidad. Cuando existía la esclavitud legalmente, y hoy también por la pervivencia del sistema de castas., como podemos observar en la discriminación y brutalidad hacia los negros en el ámbito judicial y policial. Y también a los afroamericanos, a los inmigrantes, y a todo el colectivo LGTB…
Y qué de vueltas da la Historia. Las leyes de Nuremberg, como he explicado antes, se inspiraron en la legislación racial norteamericana. Y hoy en día, Elon Musk ha apoyado con su plataforma y su dinero a Donald Trump. Y en la toma de posesión a la presidencia hizo un gesto explícito, el saludo nazi. Y está apoyando al partido de inspiración nazi, Alternativa de Alemania, AfD.