Astrid Pérez ha comprado su vivienda de La Bufona según escritura notarial de compra que ha facilitado al registro de la propiedad, como una pequeña vivienda construida sobre una parcela de 384 m2 de suelo exclusivamente urbano, pero el catastro inmobiliario acredita que la vivienda sita en el paraje conocido como La Bufona de titularidad de Astrid Pérez es una gran mansión construida sobre una parcela de 572 m2, compuesta por suelo de naturaleza urbana y 217 m2 de suelo rústico de cultivo-pastos.
Astrid Pérez como promotora ha ampliado su vivienda de La Bufona sobre suelo rústico de protección ecológica El Jable, sin que conste en la escritura que ha facilitado al registro de la propiedad la licencia que la autorice a construir sobre dicho suelo rústico, una piscina de unos 36,90 m2 de ocupación, una edificación adosada de unos 42 m2 de superficie construida, una ampliación de vivienda en unos 11,50 m2 de superficie construida y una pavimentación de patio trasero en unos 63,00 m2.
Técnicos del Gobierno de Canarias competentes en materia de urbanismo han informado en procesos administrativos y judiciales que quien ha construido sobre suelo rústico de protección ecológica en su vivienda de La Bufona, es Astrid Pérez en concepto de promotora de dichas obras ilegales y clandestinas, sin licencia de obra.
Astrid Pérez no puede acreditar ser la titular de los 217 m2 de suelo rústico sobre el que ha construido de forma ilegal e impunemente en su vivienda de La Bufona.
¡Qué suerte ser político! No estar sujeto a las leyes, ni tener que acatar las normas que todos los ciudadanos estamos obligados a cumplir.