Indudablemente recrear el balance concreto de 853 asesinatos, 3.500 atentados y más de 7.000 víctimas nos daría sin cuestionar para escribir una trilogía sobre la desvergüenza política al cual los españoles hemos tenido que soportar desde entonces hasta nuestros días. Creímos que podríamos pensar donde depararía el límite de nuestros políticos pero han demostrado una vez más que ese límite es desgraciadamente infinito.
Durante la gala de los Premios Goya el pasado fin de semana acudían como no podía ser de otra forma, parte de nuestra representación política. Con atuendos elegantes y sonrisas de anuncio de dentífrico televisivo como si de estrellas de cine tratasen, podría decirse haber sido acoplados junto a los mismos candidatos otorgados a recibir dichos premios.
Por un lado, nuestro querido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y por parte de la oposición Alberto Núñez Feijóo junto a uno de sus mas fieles lazarillos y presidente de la comunidad autónoma de Andalucía el Sr. Moreno Bonilla. Todos muy fieles al pin de colores Agenda 2030, eficaces y sostenibles.
Una vez mas, los españoles junto al son de la caracterizada ya conocida pandereta que aguanta carros y carretas, ven como el erario público es derrochado en películas con maravillosas subvenciones que reparten a diestro y siniestro con grandes temáticas. Quizá para el análisis y comportamiento de élites globalistas podrían considerarlas de un exquisito gusto y bien merecido reconocimiento. No me cabría la menor duda. Por otro lado desde el burladero social, el de a pie y donde podemos apreciar la realidad de dicho análisis el cual nos incumbe a todos, no es más que otra burda e insolente acción por su parte, que como bien saben sale de nuestros bolsillos. No dejan de acaparar mas que vergüenza ajena acompañado de provocaciones por gigantescas arcadas llena de bilis.
Dichas arcadas son las que refiero a la candidatura de la película Black is Beltza del fundador de la banda punk ‘’Kortatu'’ Fermín Muguruza. Gran amigo del etarra y así reconocido por el mismo Arnaldo Otegui que dedicó un fraternal mensaje desde las redes sociales. Al currículum del director hay que reseñar su paso por la candidatura al partido Euskal Herritarrok y gran simpatizante de la izquierda abertzale.
Lo vomitivo de éste asunto no es que la polémica termine porque no haya ganado, eso es lo de menos, sino por el proceso que lleva desde origen a que haya sido simplemente convocado. Una vez más se vuelve retorcidamente a blanquear a la banda terrorista. Esta vez desde un aval cultural por parte del estado; o sea de todos, que podía haber sido utilizado por la asociación AVT. Eso sí es verdadera cultura, a falta de la ausencia de muchos procesos judiciales que permanecieron llenos de polvo en vulgares cajones sin ser procesados y que al día de hoy a falta de empatía por nuestros políticos jamás deberían ser olvidados. Todo lo contrario, deben de ser recordados siempre con inversiones económicas para que jamás nuestras generaciones olviden que hubo una época de desgracia donde unos eran ejecutados con un tiro en la nuca y otros eran los desalmados que apretaban el gatillo sin pudor ni resentimiento. Se han invertido más de 200 mil euros y una fatídica recaudación de 8 mil euros.
Pues para nuestra desgracia y a sabiendas de quienes eran los candidatos se presentaron sin ningún tipo de vergüenza. Sí, amorales a la situación y sin respeto a la sociedad que representan en su conjunto. Deberían haberse ausentado de la gala. Por lo menos disimularían manteniéndose en la neutralidad de no apoyar semejante esperpento audiovisual. Sólo escuchar las candidaturas y estar sentado en tribunas VIP, no sé como no se les removió el estómago. Pero no, para eso hay que tener conciencia, y de eso nuestros políticos saben mas bien poco.
Para rematar, al atónito asombro pudimos leer la gran portada informativa en diferentes periódicos; el propio Eduardo Madina (psoe) deseaba que un ser despreciable como Muguruza ganase el premio donde públicamente le enviaba de paso, un fuerte abrazo. Debe ser en consecuencia al drama sobre la continuidad frente al miedo que hagan que reacciones traumáticas influyan a la psique el cual pueda reaccionar de forma irracional e incomprensible a las declaraciones en un momento dado. Respeto las mismas, sin ninguna duda, faltaría mas y sabiendo lo que le sucedió con 26 años, aunque por supuesto no las comparto. Cada uno subyace en sus miedos de la mejor manera posible, aunque me quedo con los que pasaron por los mismos o similares cauces y al día de hoy sea desde tribunas en oratorias o cualquier tipo de declaración por cualquier medio informativo siguen luchando y denunciando a estos canallas. No todo vale.
Los ECOs silenciados me gustaría diferenciarlos de dos formas y por eso lo escribo así; por un lado a las verdaderas víctimas que se cansaron de luchar viendo a trasluz desde las reacciones y declaraciones de nuestros políticos a lo largo de los tiempos sean del color que sea, rojo o azul pactando con la vil carroña de una forma u otra. Les perseguían día y noche sin descanso y decidieron continuar con sus vidas bajo un rigor aparentemente normalizado asumiendo en su pena que las condiciones siempre iban a ser programadas y seguirían a favor para los villanos. Qué remedio, continuar hay que continuar viviendo aunque sea sin piernas como Irene Villa o mortificado en un zulo esperando el tiro de gracia como así lo esperaba Ortega Lara, entre las versiones de los restantes de los que podríamos escribir largo y tendido. Sus ecos de auxilio son hoy olvido ahogados en su propio silencio.
Por otro lado están los otros ECOs. Quiero hacer hincapié esta vez y referirme a aquellos que fueron voluntarios para dar protección a todos los concejales y parlamentarios de diferentes partidos políticos. Hubo empresarios , Jueces y Fiscales que requirieron la necesidad de ser protegidos tras la ruptura de la tregua en el 2004.
Cientos de escoltas privados ( ECOS, números asignados por parte del ministerio del interior) tuvieron que desempeñar en tiempo récord la actividad para desempeñar de la mejor manera posible que la integridad de personas se mantuvieran a salvo durante las 24h. Ellos se encargaban de hacer los planteamientos necesarios de itinerarios, conocimientos de zonas críticas, meditaban cada uno de las distintas formas de pensar o actuar por parte de diferentes clientes fuesen del ámbito que fuese o cargos asignados. Eran responsables del cuidado de los vehículos. Combinaban su tiempo continuamente en los cambios de los mismos que eran señalados por el movimiento abertzale dando los correspondientes chivatazos a sus jefecillos para identificarlos. Durante los acompañamientos marcaban los vehículos con señales identificativas para que durante la próxima conducción hacia otro itinerario los chivatos de los contiguos barrios y calles pudiesen seguir avisando que los vehículos pertenecían a escoltas que acompañaban a personas que serían identificadas, tanto los escoltas como los VIP a proteger. Había que llevar esos vehículos a las FCSE donde sacaban fotos de las marcas o señales identificativas para que ellos pudiesen seguir con las correspondientes investigaciones oportunas. Combinaban la actividad realizando los ejercicios trimestrales de tiro con el estrés que suponía terminar el ejercicio lo antes posible ya que una vez finalizado tenían que ir a por el cliente y prestar nuevamente sus servicios. Las FCSE decían ‘’bueno suerte chavales, cuidado ahí fuera’’. Por supuesto muchos de los coches personales fueron agredidos, al igual que el estrés continuo de saber que sus familias , muchas de ellas sufrieron de forma proporcional. Novias, novios, mujeres, maridos tenían sus trabajos y algunos de sus hijos iban a los colegios donde los escoltas realizaban sus labores. Lo que quiero detallar es que se expusieron de la misma forma al peligro en muchas ocasiones como los propios policías con la diferencia , que los escoltas privados realizaban muchísimas más horas incluyendo el hándicap de carecer de placa identificativa policial. Lógicamente no eran policías, eran vigilantes de seguridad con una simple especialidad incorporada como formación complementaria. Dicha formación hay que ser honesto y decir que es ridícula. Donde realmente se aprende es en zona hostil, estés donde estés.
Esa gente, esos custodios, cuando terminó oficialmente las actuaciones paramilitares y asesinatos de ETA, en el proceso de días iban siendo llamados por parte de sus empresas las cuales les iban informando de los correspondientes despidos. Fueron masivos; el secretario de estado de seguridad en la época de Rajoy, verbalmente iniciaba la promesa de algo que se convirtió en mentira para variar, fue nada más y nada menos que la integración a las cárceles de toda España. Dicha propuesta no fue firmada, lo cual no dio ni derecho ni prioridad para aquellos que llevaban 24h una pistola encima custodiando la vida de otros. La versión del carismático Rajoy fue decir fumando un puro mientras leía el diario deportivo Marca que no se les debía absolutamente nada. Habían cobrado por sus obligaciones. En resumidas cuentas, como los políticos saben hacer y agradecer terminaron con la palmadita en la espalda y a la incorporación de las largas listas del paro. Algunos no encontraron trabajo ni siquiera de vigilantes ya que coincidió posteriormente a la legislatura de ZP para rematarlo con los famosos brotes verdes y el escándalo de la burbuja inmobiliaria. Algunos llegaron a la trágica decisión del suicidio, me consta. No podían afrontar las letras de la hipoteca y al mantenimiento de sus hijos. No se les buscó ningún tipo de salidas. Ni siquiera tuvieron el detalle de ser incorporados en baremos de puntuación para acceso a plazas policiales para aquellos que preparasen la oposición.
Quiero aprovechar para decirles que procuren ser amables con los vigilantes de seguridad, con todos por supuesto, pero quiero destacar que en el silencio de algunos, que trabajan hoy en día encontrándose y desarrollando la actividad en cualquier sitio, sea un supermercado o llevando un furgón blindado transportando dinero entre otros muchos servicios, piensen que algunos de ellos en otro tiempo, en otro momento, estuvieron jugándose la vida en el Norte para salvaguardar la vida de otros sin ningún reconocimiento. Hoy diferentes políticos con mismas siglas de diferentes partidos siguen jugando a la hipocresía; da igual, sea para acudir a una gala o para tratar y equiparar terroristas como víctimas tratando a todos por igual e incluso algunos de ellos atreverse a tratarlos y nombrarlos como hombres de paz.
A las verdaderas víctimas y todos los olvidados que dedicaron sus vidas en el Norte para cuidar la de vidas ajenas MUCHAS GRACIAS.
YO NO OLVIDO, NI PERDONO.
Qué Dios les bendiga.