Me levanté el sábado con tranquilidad me hice un té inglés con un chorrito de leche fría, una modernidad de esas que te dejan el intercambio cultural y me fui a la ducha. No había con qué, así que tuve que ir en busca de garrafas de agua embotellada para poder asearme. ¡Cosas del primer mundo!
El día empezó atravesado por lo que decidí mejorarlo acudiendo al evento del fin de semana, la II Feria Agrícola, Ganadera y Pesquera de Teguise. En el barco me encontré con un grupo de vecinos que también iba, me dejaron y me embarqué en su guagua dirección La Villa; no puedo describir la felicidad de disfrutar de actos con los vecinos sintiéndome tan libre.
Llegamos al Centro Agrotecnológico de Teguise o como lo conocemos de toda la vida en Lanzarote, “El Complejo”. El lugar no es sólo una infraestructura, es la historia de lo que quiso ser y no terminó de ser Lanzarote. Una isla que además de mirar al turismo mirara a su tierra, poniendo en valor la tenacidad de tantos hombres y mujeres que se tostaron partiéndose la cintura por lo nuestro; eso que ahora llamamos producto kilómetro 0. Nos hemos modernizado para casi todo, menos para apoyar el relevo generacional del sector primario en la Isla.
Sé que muchos estarán pensando en toda la historia política del lugar, pero miren, me daría para hacer una mini novela que pudieras leer lo que dura el trayecto Teguise-Caleta del Sebo en helicóptero. Así que es preferible quedarnos con lo bonito; con que la gente vea los animalitos y con lo bueno que está el vinagre de la bodega.
Después de la entrada al recinto, al más puro estilo conejero foto-estudio Gabriel, que sólo nos faltaba la paloma en la mano para echarla a volar, empezó el recorrido.
Podría dividirlo en varias etapas: la maquinaria y productos específicos para el sector; la ternura y miedo al ver baifos, cochinitos, camellos o bueyes; y por supuesto comiendo y bebiendo cosas de nuestra tierra. Terminamos bailando como chiquillos.
Cuando todo parecía terminado, llegó como si de una jornada electoral se tratara el desfile de candidatos y acólitos para las próximas elecciones de mayo. Hubo de todo, partidos mayoritarios, municipalistas, nacionalistas, incluso candidatos a presidir la comunidad de vecinos de su casa. Promesas también hubo de todo tipo, hasta nuevas tuberías después de meses. No pude evitar soltar una sonrisilla, como se cambia de versión en días o como se puede ejecutar una obra de tal envergadura en apenas semanas. Fue tanto en tan poco tiempo, que llegué a ver a cabras, cochinos y burros preparando los sobres.
Me senté al fresco, porque anda que no hacía calor en tierras trompeteras, hasta que pasó Gerardito el nuestro, el de Los Valles. Actualizamos novedades y recordamos nuestro tiempo como compañeros del Ayuntamiento. Pocos se acuerdan de él, aquel pleno de febrero de 2022 cuando llevó la ocurrencia de crear esta feria de apoyo al sector; menos se acordarán de la leña que nos dieron a los que votamos a favor de que hubiera una partida para ello en el Ayuntamiento de Teguise. Ahora como la prueba salió bien, este año consiguió que lo apoyaran desde otras instituciones, todo eran fotos y elogios. Era tanto el fervor que todos se sacaron la foto con la misma cabra, yo creo que la ficharon hasta para interventora de mesa.
Mientras hablábamos de todo esto, calumbré al pobre de Eño, que intentaba llegar a un acuerdo para que el Festival Enogastronómico volviese a su Villa natal (natal, de ambos); ofreció hasta uno de los tantos proyectos que tiene hechos. Creo que la solución que le plantearon es que mirara a la izquierda y que disfrutara de una de las actividades que desarrolló Saborea en esta feria. Aún no se ha dado cuenta el concejal de los mil y un enfados con el Cabildo, que los vecinos y empresarios de Teguise aunque voten al PSOE debemos pagar que el alcalde que tenemos ahora quiera ser presidente del Cabildo.
De verdad toda esta gente piensa que conejeros y gracioseros no tenemos capacidad de reflexión y decisión para depositar una papeleta el próximo 28 de mayo que, con estas guerrillas de patio de colegio, jugando con nuestro dinero, ganarán las elecciones. Es que creo que es muy importante que nos traten como adultos y empezar a tomar decisiones reales, no eternizar nuestro futuro en debates etéreos que no llevan a nada.
Concluyo, creyendo que este acto se ha convertido en evento anual de referencia; me alegra que mis sobrinos además de pasar un buen rato en familia aprendieran que la leche no sale del supermercado. Es importante poner en valor la imagen de la paciencia en una isla tan árida como la nuestra, por los que apuestan por nuestra tierra y hacen del sector primario el sustento de su familia. Como pega les diría que deberían ampliar la oferta en el área de la pesca y a ser posible de la mano del futuro turístico, apostando por la economía azul. Por favor, para hablar del turismo en Lanzarote, les rogaría encarecidamente que no traigan a un médico de Gran Canaria.