martes. 22.04.2025

Los usuarios del puerto de Arrecife están cansados de transmitir a la Autoridad Portuaria de Las Palmas las graves deficiencias de la instalación capitalina, pero de momento las reivindicaciones se han quedado en la ‘toma de atenta nota'. Ante el “desmantelamiento” progresivo del puerto y la falta de atención del ente portuario, la Asociación de Consignatarios de Lanzarote exige la intervención inmediata de la clase política insular.

Aunque el presidente de la Asociación, Tomás Fajardo, no dio nombres de administradores públicos de la Isla, es evidente que reclama la acción de María Isabel Déniz, alcaldesa de Arrecife, y de Manuel Fajardo, vicepresidente primero del Cabildo, representantes de Lanzarote en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria. Tomás Fajardo está convencido de que es el momento oportuno para invertir en el puerto, ya que de aquí a octubre está programada la llegada de ocho cruceros, el número de trasatlánticos que habitualmente atraca en Los Mármoles durante dos ó tres días. “La Autoridad Portuaria debe aprovechar la temporada baja de cruceros para hacer las mejoras que necesita el puerto”, dijo el representante de los usuarios, quien confirmó a Crónicas que nunca se ha reunido formalmente ni con Déniz ni con Fajardo para tratar el asunto. “El Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo no reivindican ante la Autoridad las obras urgentes”, agregó.

Fajardo aseguró que la Autoridad Portuaria tiene pleno conocimiento de la situación del puerto, porque la Asociación de Consignatarios se ha reunido en más de una oportunidad con sus técnicos, “pero ven el plano, dicen que van a ejecutar las obras y ahí queda todo”. Por si hace falta recordarlo, Fajardo subrayó que desde los vientos huracanados del temporal Delta, el pasado noviembre, la valla exterior del puerto está en el suelo. La Autoridad Portuaria sólo arregló la valla en la zona de atraque de los cruceros. La alarma por el funcionamiento del puerto también la accionan agentes de aduanas y empresarios que de una u otra forma trabajan con el llamado pulmón económico de Lanzarote.

Poca atención

Fajardo además subrayó que los cruceros continúan desabastecidos de agua potable, que la parada de guaguas para cruceristas sigue inoperativa, que está totalmente abandonada la oficina de turismo, que es imposible pesar los contenedores en la báscula instalada en el puerto y que, después de muchos años en funcionamiento, se suprimió la mayoría de tomas para el suministro de combustible. La solicitud de la independencia portuaria de Lanzarote está más que justificada, sin embargo, algunos políticos han dado macha atrás y condicionan la petición de una autoridad portuaria insular a la culminación de las macro inversiones previstas en el puerto, como las infraestructuras de la actuación puerto - ciudad. Aunque Emilio Mayoral, presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, sostiene que el puerto de Arrecife aún no genera los ingresos suficientes para mostrar un balance de resultados ni siquiera en punto de equilibrio, las cifras publicadas por la misma Autoridad dan cuenta de una subida espectacular del tráfico de mercancías. Los usuarios del puerto exigen los balances económicos de Los Mármoles de los últimos cinco años. Lo que es inobjetable, al margen del debate de la independencia portuaria, es la imperiosa necesidad de solventar la falta de atención a las necesidades del puerto.

Denuncias sin atender

Tomás Fajardo advirtió de que muchos usuarios están pagando más por el combustible debido a la supresión de las tomas de avituallamiento. “Se desmotaron cinco y sólo quedan dos”, informó. Cuando las líneas de atraque de Los Mármoles están ocupadas la carga de combustible debe hacerse por cisterna, encareciéndose así el coste del carburante. Otro problema sobre el cual han machacado los empresarios es la falta de funcionamiento de la báscula, simplemente porque la máquina que emite los tickets está averiada. Por otra parte, pesar un contenedor es toda una odisea: antes de cargarlo se pesa en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) para comprobar su tara, pero una vez cargado hay que llevarlo nuevamente a la sede de la ITV, localizada en el barrio Argana, para registrar el peso total.

Asimismo, tanto la parada de guaguas para cruceristas del puerto como la construida frente al bar Ginory, en la zona del Charco, prácticamente son un elefante blanco. En esta última, los vehículos tienen muchas dificultades para maniobrar y los turistas casi siempre bajan y suben fuera de la zona habilitada por la cantidad de coches que la invaden, aunque últimamente las grúas municipales están llevándose los coches mal aparcados al depósito municipal.

La denuncia sobre la falta de agua potable no deja de ser de república bananera. Fajardo recordó que los cruceros piden de 500 a 1.000 toneladas de agua potable, pero el puerto está en capacidad de darles 200 toneladas. La Autoridad Portuaria achaca este problema a Insular de Aguas de Lanzarote (Inalsa) por no tener instaladas las tuberías adecuadas para el suministro de agua demandado.

De la famosa promoción turística de Lanzarote y de sus productos, ni hablar. Los consignatarios están hartos de la cantaleta de los políticos sobre la necesidad de promocionar los productos de la tierra, mientras que la oficina de turismo del puerto permanece cerrada y no se ofrece a los turistas ni vino ni queso. Mucho menos la amable sonrisa de una simpática azafata.

En definitiva, los usuarios del puerto creen que si la Autoridad Portuaria defendiera los intereses de Lanzarote la instalación funcionaría muchísimo mejor. Por ello, miran con asombro que políticos de la Isla, que no reivindican mejoras para Lanzarote, encima estén en desacuerdo con la independencia portuaria. Orlando San Luis, agente de aduana, piensa que el puerto de Arrecife “está de la mano de Dios”.

Autonomía portuaria

Los empresarios apuestan por una independencia portuaria que mejore los servicios actuales y que fomente la apertura de nuevas rutas mercantes. La ruta directa Cádiz - Arrecife o Valencia - Arrecife es una petición a gritos. A Lanzarote no viene directamente ni el 20 por ciento de los alimentos que se consumen en la Isla. La práctica totalidad pasa por Las Palmas. Alberto Morales, presidente de la Asociación Arrecife Zona Centro, piensa que el tener autonomía portuaria y un Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) supondría el ahorro de un ‘salto', que en definitiva repercutiría en la disminución del coste de la cesta de la compra y en consecuencia en el bolsillo de los consumidores lanzaroteños.

Los consignatarios echan en falta la intervención de los políticos ante el deterioro...
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