Al César lo que es del César. Este martes se produjo un importante lleno en el Multicine Atlántida durante el acto que se organizó para que el presidente y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, arropara a los candidatos que se presentan en Lanzarote a las distintas instituciones y a su candidato autonómico, José Manuel Soria. Dicho esto, tenemos que significar algo que nuevamente nos vuelve a poner en la pista de que en el PP no siempre rige la sensatez y el equilibrio. No sabemos quién lo determinó, cómo y cuándo, pero no entendemos por qué Mariano Rajoy acudió a los estudios de una televisión local de la Isla para mantener una entrevista en exclusiva, cuestión que no nos molesta por lo que tiene que ver con el medio, al contrario, sino por lo que hay detrás. Nuestra queja va contra la responsable de la gestora del PP, doña Loly Luzardo, que no tuvo a bien concederle al resto de medios la posibilidad de que el líder del principal partido de la oposición se sometiera a una mínima batería de preguntas. Lo más lógico, independientemente de que tuvieran interés en que saliera en ése u otros medios, es que Rajoy hubiera hecho una rueda de prensa. No fue así, y las únicas palabras que la mayoría de medios pudimos extraer tienen que ver con su discurso de precampaña. Evidentemente, nada que ver con las posibles manifestaciones que podría haber hecho al ser preguntado por temas que preocupan a los ciudadanos de Lanzarote, por temas más concretos y específicos. Doña Loly, ¿volvemos a las andadas? Nos parece, doña Loly, que cada día se hace pipí fuera de la bacinilla. Por cierto, que el Atlántida se llenó, aunque ya explicaremos cómo. Sería conveniente que le pusiera un monumento al Marqués, porque vino y se trajo con él nada menos que a 200 majoreros.
