Resulta que el Picudo Rojo, también conocido últimamente como el Sargento Alatriste (lo sentimos, pero no llega a Capitán), está bastante fastidiado, jodido que diríamos coloquialmente. La razón no es otra que se ha dado cuenta, a buenas horas, de que ha metido la babucha. El traje de bombero que se compró nuevo de paquete para apagar el incendio que él mismo había creado ha resultado ser de muy mala calidad, y el Picudo Rojo ha terminado más frito que los pollos que se asan cada día en la caldera de Timanfaya. El Sargento Alatriste, que hace honor a su nombre a tenor del careto que lleva por los lugares en los que se le ve, se ha metido en un lío gordo. Lo peor es que ya ni siquiera encuentra el aliento de sus compañeros, esos que le llevaron contra todo pronóstico hasta el lugar en el que se encuentra. Mucho nos tememos que al final le va a pasar como le pasó al mono en la conocida fábula... Dentro de unos días daremos más detalles de la cuestión. Ah, por cierto, que ahora le ha dado al Picudo por iniciar nuevos proyectos empresariales. Ojo al parche, que nadie se despiste.
EL PICUDO ATACA DE NUEVO
23 de julio de 2007, 13:50