Últimamente hay una panda de machangos de tres al cuarto -así los ha definido también Nuria Cabrera, y nos parece que alguno de sus “machangos” coinciden con los nuestros- que se han metido de lleno en una guerra absurda para intentar desacreditar y desprestigiar a este medio de comunicación. Nosotros, como bastante tenemos con trabajar las horas que trabajamos para ser el medio que más información lleva hasta los hogares de Lanzarote, normalmente no les prestamos ni caso. Sin embargo, de vez en cuando tenemos que hacer alguna parada para contestar a alguna de las muchas tonterías que escuchamos. Y con esto no estamos diciendo que alguno de nuestros informadores tenga la culpa de la matraquilla. Todo lo contrario. Estamos encantados, sobre todo en esta sección, de que vengan a contarnos cuantos chismes o historias consideren oportuno contar. La de hoy tiene pecado, y versa sobre un ínclito gandul de la política que se equivoca de forma estrepitosa, más que una escopeta de feria, que se está permitiendo el lujo de ir por ahí hablando mal de estos medios, tal vez por seguir la corriente pelotera de algunos otros compañeros que como él llevan toda la vida viviendo de la política y que quieren adular al jefe para ver si le vuelven a colocar en alguna lista. El gandul en cuestión va por ahí diciendo que para que los socialistas puedan participar en las tertulias de Lanzarote Radio o de Canal (L) antes deben pasar por taquilla, es decir, deben pagar. Semejante mamarrachada sólo puede partir de los labios de alguien sin moral, alguien como el “equivocado”, que piensa que todo el mundo lleva a cabo sus prácticas. No señor, en estos medios no se paga por hablar, en estos medios participa libremente todo el que quiere, sea del partido que sea, y también del Partido Socialista, y si no pregunte a gente como Carmelo García Déniz, José Antonio Gutiérrez, Manuel Zuazo, Mari Carmen Santacruz y todos los socialistas que han estado y están en sus tertulias cuánto han tenido que pagar... ¡Ay, Dios, cuánto tolete anda suelto!
