Independientemente de que el preso se llame Dimas Martín o se llame Perico el de los Palotes está claro que lo sucedido el pasado viernes en la prisión de Tahíche es una vergüenza. Se pueden imaginar los lectores de esta sección que la coincidencia en el tiempo de la retirada del tercer grado al líder del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y la celebración del congreso socialista en Las Palmas ha dado mucho de qué hablar, ha despertado muchas suspicacias entre el respetable. Nosotros, como la mayoría, no tenemos una sola prueba para afirmar que ambos casos estén relacionados, de ahí que no lo hagamos. Eso no quita para que insistamos, como ya hicimos en nuestra anterior edición, que no es de recibo lo que le han hecho a Martín, mucho menos lo que le han hecho a su familia. Sabemos, porque algunos compañeros nuestros estuvieron hablando con ella, que Elena, la abnegada esposa, está muy afectada. Y no es para menos. Menos mal que durante estos difíciles días ha recibido las muestras de afecto y de cariño de la gente del PIL y de gente que no es del PIL. También sabemos que sus hijos están muy molestos, y que lo están el resto de dirigentes de la formación. Algo nos dice que se van a pedir explicaciones oficiales por lo ocurrido, y algo nos dice que se espera una respuesta convincente.
LO DE DIMAS, DE VERGÜENZA
23 de octubre de 2007, 14:37