Nos dicen las lenguas de doble o triple filo que en materia de urbanismo apenas se rasque un poco sobre la desnutrida epidermis capitalina saltan por doquier escandaleras de la más variada índole. La penúltima afecta al Jardín de Triana que aunque tiene otorgado por el Consistorio de la capital el correspondiente permiso de primera ocupación o la licencia resulta ser que Antonio Hernández, primer teniente de alcalde de Arrecife, encargó un informe jurídico para ver si cabe la posibilidad de revocar la tal licencia de primera ocupación. Pero la cosa no acaba aquí porque también se estudia el poder recuperar el dominio público o zona ocupada desde el punto de vista jurídico. “El comunicador confidencial” nos dice que la cosa es fea hasta el punto de que es posible que acabe el tema en los Tribunales de Justicia. ¿Quién va a cargar con este muerto de considerables dimensiones? Puestos a intuir uno sabe más o menos quién va a cargar con la cruz a cuestas camino del monte calvario. Seguro que el gallo “Quíquere” saldrá bien parado de este curioso episodio porque tonto no es a la hora de sacudirse las pulgas, piojos y sus derivados.
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24 de septiembre de 2007, 12:06