Y echamos de menos a Raimundo Villanueva entre otras cosas porque se ha incrementado notablemente la sensación de inseguridad en la Isla. Y decimos la “sensación”, para que nadie nos saque luego una estadística en la que se determine que ha descendido el número de delitos. Lo que ha descendido, de ser así, es el número de denuncias, porque la gente está cansada de denunciar para que luego no pase nada. Un buen ejemplo de esta situación lo hemos vivido o padecido este fin de semana. A la buena de María José Docal, una de las políticas canarias con la cabeza mejor amueblada, le pegaron un susto tremendo este sábado. Mientras acudía a una de las citas que tiene por culpa de su incondicional implicación con su partido, el PIL, unos amigos de lo ajeno (por llamarlos de forma fina) entraron en su casa y la desvalijaron por completo, llevándose entre otras cosas joyas de un enorme valor económico y sentimental. La verdad es que lo sentimos muchísimo por ella, porque es una mujer muy apreciada y querida en este medio. Por si esto no fuera suficiente, durante el fin de semana algunos vándalos y desaprensivos no tuvieron mejor idea que pisotear algunas de las alfombras de sal que con tanto esfuerzo se preparan para celebrar el Corpus. Como siempre, no se sabe nada de ellos. No habría estado mal que los hubieran cogido con los pies y con las ruedas de los coches en la masa.
ROBO A MARÍA JOSÉ DOCAL Y DESTROZOS EN LAS ALFOMBRAS
12 de junio de 2007, 13:54