Nos cuenta “Periquito el Tuerto”, que dicho sea de paso es toda una autoridad el estar revolviendo papeles y cosas raritas, que hay concurso teledirigido e incluso alguna que otra oposición, que al decir de este maledicente personaje sólo le faltan a las bases poner los nombre y apellidos apriorísticamente. Nosotros no creemos que el tuerto tenga razón alguna porque si no, es para poner el grito en el cielo. Claro que algunos dignatarios políticos, acostumbrados como están a aplicar el dedo a la hora de cubrir puestos de salida en las listas electorales, igual no se han desprendido de estos vicios y los siguen aplicando allí donde la igualdad de oportunidades debe brillar por su presencia para evitar que el pueblo llano y sencillo siga pensando pronto y mal en que los chanchullos del ayer distante tienen vigencia en el presente.
Por cierto, que nos dicen, sin aportar documentación, que se suelen levantar actas que luego sirven para que el redactor de las mismas se lleve unas broncas de aquí te espero por cumplir con su deber. Digerir estos modos de actuación nos cuesta mucho trabajo porque sabemos de la honestidad y bien hacer de los que rigen los destinos de nuestras instituciones.
Hombre, si fuera el “Cocodrilo” quien tuviera la oportunidad de hacer estos enjuagues daríamos crédito al rumor bulo sin tan siquiera santiguarnos.
