martes. 22.04.2025

El conocido periodista deportivo Pascual Calabuig Porcal fue el encargado de pregonar en la noche de ayer el inicio de las fiestas en honor a la Virgen de los Remedios. El pregonero de honor agradeció al alcalde de la localidad, José Francisco Reyes, y al resto de miembros de la Corporación sureña la posibilidad de pronunciar el discurso de inauguración de las fiestas, un sueño con el que según dijo, llevaba tiempo soñando.

El escritor recordó en su discurso el origen humilde de los diferentes municipios que componen la localidad sureña y apreció los cambios sufridos por el territorio que han convertido a Yaiza en lo que conocemos hoy en día. Calabuig aprovechó el discurso para hacer un sentido recorrido por los recuerdos del municipio que marcaron su estancia en la localidad. Así entre alabanzas y descripciones Calabuig adoró los paisajes, los habitantes las costumbres, las tradiciones y la situación geográfica que componen el municipio.

Pascual Calabuig también hizo mención a su relación con el alcalde de la localidad que formuló con las siguientes palabras: “de todas formas que da el rescoldo de recuerdos simples, tan simples y sencillos que pueden hasta dar ganas de reír. O de llorar. Como es, por ejemplo, mi primer inolvidable contacto con don José Francisco Reyes, nuestro alcalde. Encuentro del que quizá ni se acuerde él. Entonces era concejal. Le habían pedido, en mi primera visita, hace muchísimos años, que me ensañara alguna curiosidad del altivo y señorial municipio de Femés, precisamente aquel en que él nació. Y se le ocurrió llevarme por el entonces camino, que no carretera arriba, hasta un mirador en la montaña junto al Pico Redondo que tenía a sus pies el corte de un maravilloso espectáculo de aquella ladera bajando hacia el mar, me parece que el valle de las “jigueras”. Y no sé si a la Playa de la Cruz. Seguro que no todo yaiceño lo conoce desde esas alturas (y no sabe lo que se ha perdido). Su grandeza sobrecoge y más aún al oír contar a mi acompañante, que el duro viento que allí se manifiesta, se llevó a veces rodando, cuesta abajo mezclada con ramas y matojos, a más de una cabra del ganado de su padre. O también, al comenzar a rodar por Lanzarote, camino de Playa Blanca, hacer como primera parada, imprescindible, y celebrada por mi tropa de cinco hijos y su capitana, mi mujer, entrando al antiguo bar Stop en busca del condumio reparador con las garbanzas tradicionales, escena que me retrotrae la imagen de aquella nidada de mis cinco hijos, cuchara en mano, alrededor de la mesa”.

El reconocido periodista deportivo echó la vista atrás para rememorar el origen humilde y tradicional de la localidad sureña y pregonó: “recuerdo que no hace ni siquiera diez años entre todos los barrios juntos incluido el centro, no llegaban a sumar los dos mil quinientos. Dentro de su modestia todos pueden catalogarse como modélicos para vivir. Poca polución, pocas alturas, nada de amontonamientos, aparte de las riadas turísticas, pocos viandantes callejeros y, eso sí, se ven los vecinos entre sí en las misas para darse la paz y los duelos donde aparece la solidaridad sentimental que se produce entre ellos. Para ello el marinero se quita la ropa del salitre, cambia las cómodas cholas por los molestos zapatos de vestir, y, como los campesinos que hacen más o menos lo mismo, se agrupan, ahora ya en el Tanatorio, para despedir al que se va, y de paso, muy importante, contactar con el amigo que tanto tiempo había pasado sin ver. Es una especie de rito respetuoso más acusado en las mujeres en recogido y silencioso tono, y con rezo del rosario si se tercia”.

Calabuig también recaló en su discurso en el futuro de la localidad y en el porvenir que deparará a la localidad las decisiones de unos y otros, el escritor plasmó con estas palabras sus pensamientos: “El municipio aún tiene en sus manos un porvenir incalculablemente mejor situado que cualquiera otra zona lanzaroteña, y necesita una adecuación territorial con algo más que poner un hotel aquí, dos campos de golf allá o un puesto de castañas en aquel rincón; necesita y puede, convertirse, además de en algo de todo eso, en una auténtica capital, y no es cuestión de correr para hacer más amplia su oferta aunque sí más seria y fuerte”.

La programación de esta noche

La Concejalía de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Yaiza ha apostado un años más por incluir en el programa los ritmos de la fusión folk con la actuación, por primera vez en Lanzarote y único concierto este año en Canarias, del gaitero asturiano Hevia.

En la noche del viernes, la presencia de Hevia, que además actuará con el singular grupo palmero Taburiente, estará enmarcado en el IX Festival de la Seguidilla de Yaiza, Víctor Fernández Gopar, que dará comienzo esta noche a las 21.30 horas en la plaza de La Alameda en Yaiza.

Para esta edición la organización ha querido hacer un esfuerzo por renovar el marcado carácter tradicional del festival. Así durante los tres últimos años ha contemplado las tendencias internacionales más punteras integrando los gustos juveniles y buscando el equilibrio entre los artistas nacionales y los autóctonos. El propio director artístico del festival, Benito Cabrera, reconoció que “este año se ha logrado una combinación casi perfecta que integra los sonidos tradicionales de un grupo con gran trayectoria como es Taburiente y las apuestas más arriesgadas del mundo del folk de un artista de la calidad de Hevia”.

Para la presentación de la novena edición del Festival de Seguidilla Víctor Fernández Gopar, se ha elegido a Víctor Batista, director del grupo Los Gofiones y gran conocedor del mundo musical. Esta será la novena celebración del certamen folclórico en memoria del célebre poeta popular de Las Breñas Víctor Fernández Gopar.

El pregón de Pascual Calabuig da el pistoletazo de salida a las fiestas de Yaiza
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