Inés Rojas llegó a la presidencia del Cabildo casi de rebote, por esa singular y rocambolesca historia política que nos ha tocado vivir en el presente mandato. Sin embargo, en muy poco tiempo se ha sabido ganar el respeto y la confianza de los suyos, y la desconfianza y el acecho de los contrarios. Poca gente pensó que la que fuera concejal de Tinajo durante muchos años, auténtico azote de Luis Perdomo, terminaría cogiendo con mano firme las riendas de una institución tan compleja como el Cabildo, mucho menos en los tiempos que corren. Finalmente lo ha hecho, y parece que su forma de actuar ha calado, especialmente en Coalición Canaria (CC), donde han entendido que es la persona, por muchas razones que ahora no se pueden explicar en esta corta sección, idónea para encabezar su lista en las próximas elecciones. Nos cuentan que Inés Rojas tuvo mucho que ver en la hábil maniobra que permitió ayer no sólo aprobar los presupuestos con el apoyo del Partido Popular (PP) sino con el insólito apoyo del Partido Socialista Canario (PSC). Si es así, es para darle la enhorabuena, porque como jugada política ha sido brillante. Imaginamos que hasta los socialistas, que estamos seguros de que esperaban con la escopeta cargada a que les rechazaran sus enmiendas, reconocerán lo acertado de la maniobra.
LA JUGADA DE DOÑA INÉS
1 de marzo de 2007, 13:30