Aunque nos habían dicho que la productora Gimpetamo, S.L., tenía los días contados, hemos observado que sigue trabajando y produciendo. Quizás nos atreveríamos a decir que trabaja más que nunca, suponemos que apurados -nos referimos a sus socios- por la proximidad de un fin que se aproxima. Ya explicamos en su día que no se puede ir por ahí sembrando vientos sin esperar a recoger tempestades, y que esta gente, los de Gimpetamo, se han buscado poderosos y terribles enemigos. Entre todos están haciendo una especie de complot que va a terminar definitivamente con su chollo. Nos cuentan que alguno de los que clama venganza quiere ir un paso más lejos; no se conforma con terminar empresarialmente con la sociedad. Tal vez sea una postura exagerada, o tal vez no. Todo tiene que ver con lo que se descubra antes de las elecciones, con documentación y cuentas en la mano, eso sí.
