No nos parece mal que aquellos que se sientan afectados en su honor por lo que se dice en las emisoras de radio acudan a los juzgados para que se puedan desarrollar las correspondientes denuncias o querellas. No, no nos parece mal. Lo que sí que nos parece mal es que en los juzgados acudan a las emisoras de radio, soliciten las grabaciones y no paguen un euro por ellas. Es lo que le está pasando a Agustín Acosta Radio, donde nos cuentan que últimamente están pidiendo un día sí y otro también la grabación de los programas. Pasó mucho por cierto durante los días en los que se conoció la sentencia del caso Forelan, ya saben que cerrado y archivado, amén. Eso quiere decir en primer lugar que se escuchan los programas -sí, se escuchan, y mucho, y si no pregunten a la gente y hagan encuestas reales- y en segundo lugar que a algunos les molesta lo que se dice. Lo que no entendemos muy bien es que en la solicitud de la grabación no se especifique quién la solicita, porque el medio tiene derecho a saber quién se ha sentido aludido u ofendido y además a quién entregan la grabación y por qué. Todas son anónimas, de parte del juzgado tal o cual, como si fueran los juzgados los que se dedicaran a escuchar y a grabar los programas para luego poner las correspondientes demandas o querellas. Por cierto, que nos consta que hay amanuenses que no sólo tienen que escuchar sino que tienen que transcribir. Chiquito trabajo, con lo que hablan algunos en las tertulias. Lo que sabemos, al menos por una de las últimas peticiones, es que a determinados políticos les molesta que se cuenten verdades como puños. Esos mismos políticos, por cierto, deberían tener en cuenta que si se trata de cuestiones personales deberían ser ellos los que sufragaran los gastos de los teóricos procesos que se abren, y no utilizar a las instituciones públicas para hacerlo. Es muy fácil querellarse con cualquiera a sabiendas de que a uno, salga bien o salga mal, no le va a costar un duro. No estaría mal que en las instituciones públicas se ejerza mayor control, se vigile con lupa todo aquello que se tramita a través de los servicios jurídicos, se pidan al menos explicaciones a quien está un día sí y otro también haciendo uso y gasto de los tribunales de justicia, que entendemos que están para otras cosas más serias.
