Muy poca gente se explica a día de hoy el porqué de la visita de los Reyes de España a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. Algunos, la mayoría, consideran que se trata de un nuevo error de la política internacional planificada por el Gobierno socialista, que no ha medido bien las consecuencias de este acto. Otros, muchos, consideran que se trata de una estratagema electoralista que busca el voto de los más patriotas, de los más españoles, ese voto que muchos analistas de la situación política entienden que ha perdido el PSOE por sus constantes coqueteos con los nacionalistas más radicales. Otros, los menos, creen que hay algo detrás de este asunto que se irá conociendo con el paso del tiempo. Nosotros nos apuntamos a esta última teoría, sobre todo porque nos llega preocupante información al respecto que iremos contando poco a poco. No es casual que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que antes de llegar al poder ya mantenía muy buenas relaciones con Mohamed VI y su controlado reino, decidiera ahora, porque sí, enviar a los Reyes a un lugar que no se había visitado desde hace décadas. Lo han hecho a propósito, conscientes de que iban a enfadar a su hasta ahora aliado. ¿Por qué? Esa es la pregunta, ¿por qué y para qué? Hay algo que no se nos cuenta detrás de esta historia, intereses ocultos y posibles traiciones a la confianza dada. Ya les contaremos más. Por cierto, que la próxima vez que hagan algún simulacro como el que hicieron este miércoles enfrente de la playa del Reducto lo menos que tienen que hacer es publicitarlo en condiciones a través de los medios de comunicación para que la población esté avisada. Más de uno pensó que estaba sucediendo algo grave, y no está precisamente Lanzarote ahora para recibir más sustos. Bastante tiene con los oficiales.
