miércoles. 30.04.2025

No hay nada peor en esta vida que intentar hacer gracia cuando uno no es gracioso. Es lo que le pasa a un grupo de chafalmejas a los que hace tiempo que se les acabó el cuento y que intentan a través del absurdo desmarcarse de la incompetencia que todo el mundo sabe que atesoran como su única tarjeta de presentación hacer cosas distintas. Y es que estos chafalmejas saben bastante de incompetencias, y de tirar piedras contra su propio tejado. Podríamos cebarnos más en el asunto, pero seguimos pensando que el tiempo es el que les está colocando donde merecen, como coloca donde merece a todo el mundo, o a casi todo el mundo, que excepciones haberlas haylas. Nos resulta ciertamente simpático que haya bobos inútiles que no se dan cuenta de que tiran piedras contra su propio tejado cuando intentan orientar el ventilador que esparce el excremento que sale de sus mentes hacia determinada dirección. Hay que ser tolete para no darse cuenta de que determinadas investigaciones periodísticas se realizaron no hace demasiado tiempo bajo la supervisión de alguien que ejercía de periodista y de letrado. Que no nos tiren más de la lengua, que cualquier día de estos estallamos y empezamos a contar las historias que por ahora nos hemos callado. A veces nos cansamos de estar todo el día poniendo la otra mejilla, sobre todo cuando los golpes vienen de los más inútiles e incompetentes, de gente sin talento, sin oficio y ahora con poco beneficio.

LOS GRACIOSOS SIN GRACIA
Comentarios