miércoles. 30.04.2025

Como se puede ver y apreciar, la cuenta de resultados es espléndida para aquellos que han sabido mantener de verdad la independencia, para aquellos cuyo funcionamiento no depende de ninguna institución pública, que no se cobijan y amparan bajo su sombra para estar todo el día a expensas del uso y abuso de determinadas camisas reversibles. Algunos trabajos exhibidos en estos días ante la opinión pública han dejado muy claro que se puede servir a la colectividad sin servirse de ella, y mucho menos sin servirse de subvenciones bastardas o de sobritos por debajo de la mesa. Eso queda para otros. No es el caso. Sin embargo, Gimpetamo, sociedad que ha vuelto a cambiar de nombre para añadir las iniciales de su máximo accionista, el cual por cierto ya salió del armario del anonimato, está enseñando realmente su rostro, un rostro que tiene varias caras que hay que ir descubriendo y desgajando como si de una pequeña mandarina se tratara. Les contaremos más cosas.

NO SON ÚNICOS
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