Fotos: Dory Hernández.
La presidenta electa por el Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) en el Cabildo de Lanzarote, Manuela Armas, no está dispuesta a renunciar a su cargo en la Primera Institución, aunque asegura que se mantendrá a expensas de las decisiones que tome su partido en el marco de las negociaciones que lleva a cabo con el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) para gobernar en la institución en la que ha sido elegida y en cuatro de los siete ayuntamientos. Pero Manuela Armas lo tiene claro. La aún diputada mantiene que la voluntad de las urnas ha sido colocar al PSOE al frente de la Máxima Corporación y dar un giro a la política que se ha venido desarrollando hasta ahora en el ámbito insular, un reto que asume “por respeto a los ciudadanos que me han elegido”. “La ley es clara en este sentido y da la presidencia del Cabildo al partido más votado.”, adelantó.
Armas ni siquiera se plantea la opción de tener que ceder la presidencia del Cabildo a los insularistas. “Los ciudadanos han expresado su deseo apostando por el cambio y personalmente creo que era muy importante dar un giro a la gestión insular”, declaró la dirigente socialista. El trabajo que pretende desarrollar en el Cabildo comenzará, tal como ella misma ha avanzado, al día siguiente de tomar posesión de su nuevo cargo. Esta tarea estará encaminada en primera instancia a mejorar la relación que mantiene la clase política con la plantilla, un aspecto “fundamental para que el equipo trabaje”, así como ha dejar de lado el carácter de “octavo ayuntamiento” que ha adquirido el Cabildo de Lanzarote en los últimos cuatro años. “Hay muchas cosas mal hechas. La relación que existe entre los políticos y funcionarios, por ejemplo, está muy deteriorada. No hay más que repasar cómo se ha cerrado el convenio con los bomberos, con los profesores del conservatorio, con los empleados que trabajan en el Cabildo, con los técnicos... la plantilla no está conforme con el reglamento interno y creo que es fundamental cambiar esto para empezar a trabajar con eficacia”, dijo.
Manuela Armas anunció que basará su gobierno en tres aspectos fundamentales: transparencia, participación y sostenibilidad a fin de conseguir un gobierno duradero. “La gestión política ha estado divorciada de la ciudadanía y creo que es momento de volver a retomar esa relación. La aceptación del pueblo es la base de un gobierno estable y eso se logra con participación y transparencia”, declaró.
Pacto a largo plazo
Manuela Armas no teme al fantasma de la moción de censura que tanto planeó por el Cabildo en la legislatura que termina, de hecho, confía en que PSOE y PIL cierren un pacto a largo plazo. “Lanzarote necesita un gobierno estable pero creo que la diferencia está en definir un gobierno global”. Para Armas el pacto no debe estar supeditado a un reparto de áreas ventajoso para una u otra agrupación política, sino a la idea de “trabajar en equipo”. “En mi opinión no hay nada peor que fragmentar y parcelar un gobierno. Creo que la labor de la Presidencia es fundamental para evitar este tipo de gestiones diferenciadas y en eso es en lo que vamos a trabajar”, apuntó. “Ahora tengo un gran reto por delante pero no me atemoriza. El equipo de trabajo será un grupo con capacidad, sobre todo, porque será una gestión transparente y los ciudadanos van a saber siempre por donde se camina”, señaló.
Institución de servicio
En el plano personal, Armas ha visto cumplida sus expectativas y espera ahora que esta nueva etapa política aporte frutos similares a su vida. “Siempre he pensado que la política es un servicio a la ciudadanía. Por mi situación personal tengo mucho tiempo libre para dedicarle a mi comunidad y estoy dispuesta a trabajar duro”, prometió.
La futura presidenta del Cabildo se define como una persona “seria por encima de todo” y que tiene muy claros cuáles serán sus apuestas firmes para los próximos tiempos. “Cuando me hacen tragar con ruedas de molino prefiero retirarme. Soy una persona con unos criterios muy claros y en esos casos dejo el acta y me voy. Creo que esa es la forma correcta de actuar.”. Aunque está convencida que no habrá necesidad de llegar a este extremo. “Yo quiero que el Cabildo siga siendo una institución de servicio, creo que hay fórmulas para sacarlo para adelante y creo que tenemos todos los elementos para hacerlo bien”, concluyó optimista.
