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La Fundación César Manrique (FCM) se pronunció hoy sobre el Plan Territorial Especial (PTE). Antes de su participación en la reunión del urbanista Fernando Prats y la presidenta del Cabildo Inés Rojas con el Consejo de la Reserva de la Biosfera (organismo del que forma parte la FCM), solicitaron que el PTE se apruebe “sin mayores dilaciones en el tiempo”.
No obstante, determinaron dos condicionantes. El primero es que mientras se produce la aprobación inicial del documento la Primera Institución establezca un decreto que suspenda cautelarmente la concesión de licencias municipales en los suelos afectados por el PTE.
Además, consideran que se debería tratar la posibilidad de que el Plan Territorial Especial quede exonerado, por su carácter restrictivo, del cumplimiento de la última ley del Gobierno de Canarias sobre la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente.
Para la FCM es fundamental que el documento se apruebe en el menor tiempo posible ya que, según las consultas técnicas y jurídicas realizadas por este organismo, las aproximadamente 38.000 camas que finalmente podrían quedar afectadas por el PTE no están protegidas por las Directrices del Ejecutivo autonómico “por lo que la aprobación inicial del Plan dejaría sin efecto la posibilidad de seguir concediendo licencias por los Ayuntamientos en los planes parciales concernidos”.
La Fundación César Manrique indicó que en líneas generales se muestra de acuerdo con el documento del PTE. No obstante, desde la entidad consideran que la oferta complementaria y comercial incluida en las zonas turísticas “exceden lo recogido en la Segunda Hoja de Ruta y no deberían contemplarse en este documento”.
Además, desde la FCM apuntan que el resumen que acompaña a la norma del PTE es confuso por incluir acuerdos con determinados promotores. Finalmente, apuntan a que la redacción y gestión del Plan Territorial Especial tiene varios errores.
Desde la FCM se muestran especialmente críticos con el debate generado en torno al documento. “A juicio de la FCM, en el fondo de la actual situación, se esconde la voluntad de construir una nueva hegemonía política económica que monopolice la gestión del territorio y del modelo turístico siguiendo la lógica del libre mercado y la ausencia de regulaciones urbanísticas restrictivas”.
Por esto, consideran que se trata de una operación que persigue desmantelar los avances que se han producido en la Isla en los últimos 15 años en materia de control del crecimiento turístico y ocupación del suelo así como alejarse definitivamente del modelo propuesto por César Manrique.
Finalmente, la entidad censura el modo en el que el Cabildo ha abordado la crisis institucional y rechaza la postura de los alcaldes en su pretensión de defender la construcción arbitraria, desarrollista y carente de una visión estratégica global de equipamientos de ocio complementario.