“Un buen político ejerce como tal las 24 horas”. Esa podría ser la consigna vital de Ramón Rodríguez Romero, que ha pasado de empresario y director de medios de comunicación a convertirse en el portavoz del Partido Vecinal Para el Progreso (PVPS), y de su concejal, Manuel Rodríguez, quienes impulsan el nuevo proyecto político nacido en San Bartolomé, que parte de la inquietud vecinal y que ya ansía extenderse a todo el ámbito insular. El portavoz, vicepresidente del partido y nuevo asesor del concejal acusa en esta entrevista concedida a Crónicas al portavoz de Coalición Canaria (CC) en el Ayuntamiento de San Bartolomé, Juan Antonio de la Hoz, de ser el gran traidor durante las negociaciones que han terminado con un pacto de gobierno entre el Partido Socialista (PSC), el Centro Canario (CCN) y el Partido Vecinal. Innovador, original, extrovertido, cercano y dinámico, Ramón Rodríguez se sincera y relata los nuevos proyectos que maneja la formación presidida por el exitoso empresario Manuel Rodríguez, y afirma que, a pesar del desencanto generalizado del ciudadano con la política, otra manera de hacer las cosas en la Administración pública aún es posible.
- Nuestro partido se llama Partido Vecinal Para el Progreso y tomar decisiones en política no siempre es fácil. Pueden tacharnos de oportunistas, pero lo cierto es que el Partido Vecinal es necesario para San Bartolomé, precisamente porque no miramos a qué partido pertenecen los ciudadanos y solo pensamos en sumar gente al proyecto y en trabajar. El que no entienda eso tiene la misma libertad para quedarse como para marcharse.
- Pero habrá quien piense que al Partido Vecinal le daba igual sumarse a un pacto con el Partido Socialista que con Coalición Canaria, ¿no?
- No, no daba lo mismo. Si el que critica es Coalición Canaria y su portavoz, Juan Antonio de la Hoz, hay que recordar que este señor ha hablado de traición. No ha nombrado a Manuel Rodríguez ni al Partido Vecinal, pero ha dejado muy claro que se refiere a nosotros. Con toda firmeza, seguridad y seriedad, puedo afirmar que si en el proceso de negociación del nuevo pacto de estabilidad ha habido un traidor, ese se llama Juan Antonio de la Hoz. Si yo fuese ahora mismo presidente de Coalición Canaria, como Jesús Machín, al que respeto y admiro, yo llamaría en seguida a Juan Antonio de la Hoz a capítulo. Y lo haría por las barbaridades que está diciendo en los medios de comunicación, porque precisamente no es la persona más adecuada para hablar. ¿Cómo se sentiría usted si a la hora de negociar entre los tres concejales de Coalición Canaria, los el PIL, y el del Partido Vecinal, le prometieran cerrar el pacto con la Alcaldía para Conchi Álvarez, y luego no se cumpliera esa promesa? En una reunión a la que acudió Manuel Rodríguez, el resto de concejales le afirmaron que habían acordado dar la Alcaldía a esa persona. Sin embargo, no contaron con Manolo Rodríguez, que no es Manolo y punto, él representa a mucha gente, a todo un proyecto que hay detrás del Partido Vecinal. A Manolo se le negó todo lo que en principio se le había prometido, y eso que en sus pretensiones siempre bajó, bajó y bajó. Encima, el concejal de CC se permite el lujo de acusar al actual grupo de gobierno de una adjudicación a una empresa privada cuyo proceso no fue del todo lícito. Esa culpa, esa responsabilidad, no la tiene el actual alcalde, Marcial Martín, ni el actual grupo de gobierno. Son ellos los que deben responder, porque esas deudas con esa empresa y esas anomalías administrativas las cometieron Coalición Canaria y Partido Popular en la pasada legislatura. ¿Cómo pueden tener tan poca vergüenza de acusar ahora a Marcial Martín y a los actuales miembros de la Corporación de hechos cometidos por CC y PP? Por eso digo que yo llamaría De la Hoz a capítulo, porque en política no vale todo, y creo que es la persona menos adecuada para hacer acusaciones falsas.
- ¿Qué puede decir en cuanto al funcionamiento del actual pacto en San Bartolomé y la gestión que el concejal del Partido Vecinal realiza?
- Manuel Rodríguez ha dicho en más de una ocasión que lo único que quiere es que le dejen trabajar. Partiendo de esa frase, por cierto también cuestionada en algunos corrillos políticos, le puedo decir que el Partido Vecinal y su concejal no solo estamos satisfechos con el trabajo que estamos realizando, sino que, además, el grupo de gobierno está apoyando todas y cada una de nuestras acciones, junto con nuestras ganas de hacer cosas. La coordinación y el trabajo están siendo exquisitos, y Marcial Martín da solo facilidades, pues nos está dejando trabajar con la máxima tolerancia. Es normal que cuando alguien se suma al carro político tenga que aprender muchas cosas, pero nosotros no nos sentimos no aislados, ni apartados ni desbancados. Existe un grupo de gobierno muy compacto, muy compenetrado, en el que todos nos ayudamos, y hasta el momento la sintonía, de verdad, es muy muy buena, con lo cual estamos muy satisfechos.
- Lo primero que hemos hecho ha sido recorrer núcleos como Playa Honda, donde nos hemos dado cuenta de que los niveles de limpieza son lamentables. Hay contenedores asquerosos, cagadas de perros en muchas aceras y solares que dan asco. El equipo de limpieza de San Bartolomé es tremendamente eficaz, pero nuestra misión ahora mismo es concienciar al ciudadano. La gente debe saber que para enseres como lavadoras, televisores, neveras… existe un servicio de recogida los lunes y miércoles, que existe un teléfono específico para eso, y avergüenza que la gente no emplee este servicio. Hemos hecho un informe con todos los solares de Playa Honda, se está haciendo limpieza y se ha puesto en marcha un plan estratégico de aseo de Playa Honda. Sería muy fácil que la policía multara, pero tampoco se puede agredir a la gente de esa forma. Por eso rogamos colaboración, para que tengamos unas navidades más blancas. Si la situación persiste, luego lógicamente la Administración tendrá que actuar con las ordenanzas municipales que existen. Esto que pasa en Playa Honda no ocurre en San Bartolomé casco, donde nunca te encuentras una lavadora en la calle. Playa Honda es cosmopolita, cuenta con una gran diversidad cultural, lo que es fantástico para el ser humano, pero es necesario concienciar. Somos tolerantes, pero si no hay efectos tendremos que aplicar la normativa vigente. También de cara a los turistas es importante, pues nada más llegar no pueden encontrarse una auténtica asquerosidad al entrar en Playa Honda. Desgraciadamente vivimos del turismo y eso no lo podemos permitir.
- Y en materia de Turismo, ¿cómo se posicionan? ¿Valores autóctonos o nueva oferta de ocio complementaria?
- En la otra Concejalía que lleva el Partido Vecinal vamos a explotar el patrimonio tan rico que tiene San Bartolomé. El concepto de desarrollo sostenible está infravalorado, pero cuando uno viaja a un lugar pretende conocer esa cultura. Lanzarote necesita de su identidad propia, pero hay que ir acordes con el tiempo y las circunstancias. El otro día vino una modelo inglesa de Inglaterra a hacerse unas fotos y nosotros no solemos valorar lo nuestro. Es increíble que la Casa Mayor Guerra estuviera abandonada. Los técnicos ya están valorando sus desperfectos y cuánto cuesta su restauración. En cuanto los tengamos sacaremos a concurso público la adjudicación del arreglo. El dinero que haya que invertir en la Casa Mayor Guerra saldrá de lo que se descuente del alquiler al empresario que posteriormente se haga cargo de la gestión. Ahí queremos implantar un tenderete canario. El proyecto podría estar en marcha antes de que concluya el próximo año, y con coste cero para las arcas municipales. Además, seguramente el nuevo tanatorio no vaya donde se prevé, pues estaría demasiado cerca de la Casa Cerdeña, cuya zona queremos dinamizar con la creación de mercadillos agrícolas y artesanales, con gente del municipio principalmente. Nos gustaría instalar un pequeño muelle flotante desmontable en Playa Honda, y separar la zona de deportes náuticos en Guacimeta. Pero nunca podemos dejar de lado nuestra cultura, nuestro folclor, defenderemos siempre nuestra idiosincrasia pero sin cerrar nuevas alternativas atractivas para el tursmo. Por otro lado, no podemos olvidar el desarrollo de la Zona Industrial de Playa Honda, donde seis operarios del Cabildo contratados también por el Ayuntamiento a través del Servicio Canario de Empleo (SCE) están haciendo un trabajo extraordinario en la zona, donde con tiempo también retiraremos un montón de coches abandonados y quemados. Les hemos pedido a los empresarios, con los que también hablamos cara a cara, que traten de ensuciar menos la Zona Industrial. Con ellos vamos a impulsar algunos proyectos de reactivación económica para el municipio, como concretar qué irá en ese millón de metros cuadrados que posee el Ayuntamiento junto al Aeropuerto, otra asignatura pendiente. Hemos reabierto también la oficina municipal del Centro Comercial de Playa Honda, que estará abierta al público incluso por las tardes, y el concejal y yo atenderemos a los ciudadanos también ahí y promocionaremos al municipio turísticamente. Solo intentamos demostrar que otra política es posible.
- ¿Cómo llegó usted al Partido Vecinal?
- Conocí a Manolo Rodríguez hace siete u ocho años aproximadamente. Entablamos una buena amistad y lo cierto es que en nuestro carácter coincidimos en lo innovadores que somos. Terminamos fundando el Partido Vecinal, puesto que a mí me encantó el proyecto y creo que hay muchas cosas que se pueden hacer en política porque son viables. Sólo un grupo de vecinos fuimos los que apostamos por que este proyecto saliera adelante. Luego, por circunstancias personales, me tuve que marchar de la Isla, y luego volví. El Partido Vecinal se presentó por primera vez en los últimos comicios, y su creación se produjo un año antes.
- ¿Puede decirse que ese grupo de vecinos tenían una misma inquietud?
- Exactamente. Compartíamos una inquietud, una ilusión. Cualquiera que conozca a Manolo Rodríguez sabe que es un político bastante atípico, de los que ya no hay, puesto que nos pasamos el día entero hablando con vecinos y recorriendo las calles. Miramos las necesidades, hablamos directamente con los vecinos e intentamos aportarles las soluciones más adecuadas o, al menos, informarles de cuál sería la salida más rápida a sus problemas. Manuel Rodríguez ha dicho en varias ocasiones en los medios de comunicación que el Partido Vecinal no es ni de izquierdas ni de derechas, algo que ha llamado mucho la atención, y una postura que en ocasiones incluso ha molestado a más de un partido, que considera que esto no puede ser así. Yo suscribo esas palabras: nosotros cuando vamos a solucionarle un problema a un vecino nunca preguntamos qué carnet de partido tiene ese vecino, simplemente queremos conocer cuál es su necesidad. Intentamos aportar soluciones porque creemos que San Bartolomé se merece algo más, pues es el municipio más cercano, junto con Tías, al aeropuerto, pero que no se beneficia del turismo en Lanzarote, y eso es una incongruencia.
- Esa inquietud vecinal no solo se ha instaurado en San Bartolomé, sino que el partido ya se está extendiendo a otros municipios de la Isla.
- Sí, en Teguise ya tenemos un Comité Local creado, que se va a presentar a los próximos comicios, y nos hemos planteado que, antes de final de año, el municipio de Tías cuente también con un Comité Local del Partido Vecinal. Esas son las metas inmediatas porque el objetivo y deseo reales es tener representación y comités locales en los siete municipios de la Isla.
- Y anuncian ustedes que habrá autonomía absoluta para cada uno de los comités locales.
- Exacto. Eso suscribe lo dicho antes, que no somos ni de izquierdas ni de derechas. El Partido Vecinal gobierna ahora mismos con el PSC y el CCN, pero es que la realidad de los vecinos de San Bartolomé s muy distinta a la de los vecinos de La Villa, de Tías, Tinajo, Haría, Arrecife y Yaiza. Las necesidades pueden ser similares, pero nunca son iguales. Cada comité local tendrá absoluta libertad para negociar la mejor salida para los intereses de esos vecinos, siempre dentro de unas líneas mínimas y un objetivo común, claro. Consideramos que es injusto condicionar a una persona solo porque pertenece al mismo partido. Debe haber autonomía pues lo importante es la necesidad del vecino.
- ¿Teme que les pueda ocurrir lo mismo que a formaciones nacidas supuestamente de inquietudes vecinales, como Alternativa Ciudadana?
- Creo que no, pero eso es lícito. Mucha gente no está de acuerdo con lo que opina su Comité Local. Un ejemplo claro ahora mismo es por ejemplo Coalición Canaria, cuya división actual es notoria. Pero en todos los partidos siempre habrá quienes estén en desacuerdo con la figura del líder. Es normal que en un proyecto político nuevo como el nuestro haya gente en desacuerdo pues acude con muchas inquietudes e ilusiones. Hay gente con una visión política acertada y otras menos. La nuestra no es exquisita, pero al menos intenta convencer a los afiliados de que involucren con el ciudadano, y que sean ellos los protagonistas en cada demarcación. Es lógico que la gente se acerque a algo que crece, y que se cobije bajo su sombra. Hay mucha gente que se acerca y luego muestran sus intenciones reales. Existe un desencanto político general y nosotros no cerramos puertas, pero creo que el Partido Vecinal, en su corta trayectoria, ha tomado hasta ahora las decisiones acertadas, y a las pruebas me remito. El Partido Vecinal está impoluto, y solo pedimos un mínimo margen para demostrar nuestro trabajo.
- ¿Y qué estructura, qué personas, hay detrás de Manuel Rodríguez, dentro del Partido Vecinal?
- Bueno, claro que existe una estructura. El pasado 23 de octubre se celebró la Asamblea General del Partido Vecinal, en la que se nombró una nueva Junta directiva, en la que yo asumí la Vicepresidencia del Partido y la portavocía del mismo. Como secretario está Francisco Rosado, que es funcionario del Ayuntamiento, y es el hombre que, a su vez, está liderando el Comité Local de Teguise. El Partido Vecinal tiene cada vez una estructura más asentada, y cada día se os acerca gente con la que podemos contar. Eso es lo que nos da fuerzas, lo que nos da moral, y nos hace pensar que quizás estemos locos, pero no debemos estar tan equivocados. Una cosa es lo que los medios de comunicación quieran decir, y otra distinta la que nosotros palpamos en la calle. Nuestro trabajo está en la calle, no está en un despacho. Estamos desde las ocho de la mañana en la calle y nos dan las diez de la noche y seguimos en la calle, hablando y escuchando a los vecinos, de cualquier tipo. Dígame un solo concejal que usted conozca que, cuando un vecino lo llama, no lo recibe en su despacho sino que acude de inmediato hasta la casa del ciudadano. Dígame solo uno. Vamos a su casa, y vemos el problema, e intentamos ayudar.