- Mariano de León considera que la reciente crisis de Inalsa “nos ha demostrado que somos muy frágiles con cualquier eventualidad en la producción del agua”. Por eso, “debemos tener preparadas alternativas eléctricas o una mejor comunicación entre desaladoras”
En declaraciones a El Despertador de la 95.8, Mariano de León subrayó que la reciente crisis de Inalsa “nos ha demostrado que somos muy frágiles con cualquier eventualidad en la producción”. Por eso, “debemos tener preparadas alternativas eléctricas o una mejor comunicación entre desalinizadoras”.
El nuevo director general de Aguas, que mantuvo el pasado viernes un encuentro con la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, y la consejera delegada de Inalsa, Plácida Guerra, recordó que Lanzarote, como Fuerteventura, carecen de yacimientos acuíferos y dependen exclusivamente de la potabilización de agua. “Un conejero nunca nombra al agua entre los cuatro problemas principales que les preguntes, pero hay que concienciar a las autoridades nacionales de que es necesario que nos doten de desalinizadoras para que éstas sean autónomas. Y en su caso, que la Isla tenga opciones y otras energías alternativas disponibles”, dijo.
Para el director general de Aguas del Gobierno canario, “es necesario concienciar a los políticos nacionales ya que aquí somos muy ahorradores en consumo de agua”. Según De León, el consumo de un lanzaroteño o un majorero está “en torno a los 690 metros cúbicos de agua al año, mientras que un peninsular o un extranjero gasta entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos de agua”.
El director general de Aguas precisó que fuera de las islas orientales la administración dispone el consumo mínimo para los ciudadanos, mientras que “a nosotros se nos niega”.
En conclusión, para De León, “deberíamos tener más reservas, lo consumimos todo y no hay porque no estamos bien dotados de equipos de desalinización”, concluyó.