Al gerente del Patronato de Turismo, Héctor Fernández, no le sorprenden las cifras del descenso de visitas turísticas que sufre la Isla porque es el producto de no haber hecho los deberes en los últimos años. No obstante, está convencido de que el destino Lanzarote sigue siendo muy bien valorado en el mercado turístico exterior. Fernández apunta que siempre se ha pensado que es suficiente tener buenas playas, clima envidiable los doce meses del año y la marca Lanzarote pero la realidad muestra otro panorama bien distinto. Actualmente, subraya Hernández, hay que gestionar tan bien los destinos como la promoción de los mismos. En Lanzarote no ha habido unidad en el propio destino y ese factor ha jugado en contra de los intereses insulares, los municipios no se han administrado desde el punto de vista turístico y tampoco se han tecnificado. “No ha habido coordinación entre las instituciones y nos han acompañado varios conflictos laborales”, comenta Fernández. Todos los factores nombrados sumado a lo que el técnico llama “parálisis promocional” deja un resultado nada deseable.
Fernández también achaca parte de la responsabilidad al sector privado y recuerda que la promoción es una actividad a la que tiene que imprimírsele constante dinamismo en los países emisores. El director del Patronato asegura que sus recientes visitas a mercados emisores como el alemán le permiten decir que la marca Lanzarote está olvidada. La Isla ha perdido ritmo frente a otros destinos emergentes que apuestan fuertemente por la profesionalización de su estructura y trabajan con ahínco en el destino. “No hay mejor promoción que el propio producto y Lanzarote está permitiendo que sus clientes se vayan insatisfechos”, sentencia Fernández. Los problemas del transporte público, el inadecuado servicio de limpieza en las playas y las quejas por la atención en negocios de restauración, entre otros obstáculos, se conjugan para proyectar una mala imagen. Mientras los turistas no perciban que su experiencia vacacional en la Isla ha sido buenísima queda cuesta arriba recuperar el terreno perdido.
La que va a ser nueva responsable del Patronato de Turismo, María José Docal, intervino también ayer en el programa “El Despertador” de la 95.8, donde reiteró su idea de darle continuidad al trabajo que está desarrollando gente como el actual director del Patronato. “Vamos a darle un impulso tremendo al turismo con mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho trabajo”, dijo Docal. La consejera electa, que toma posesión hoy de su cargo, conoce perfectamente este departamento, puesto que ya lo dirigió en varias etapas de distintos gobiernos.
Bajan las repeticiones
Para ejemplificar la mala gestión turística en destino, Héctor Fernández dice que es inconcebible que las oficinas de información turística que están regadas por la Isla cierren los domingos. Los expertos han detectado que las repeticiones de las visitas turísticas han descendido y no es consecuencia del azar. Así, hay gente que opta por irse para Grecia, Turquía y, para no irnos muy lejos, el resto de islas canarias que están presentando mejores beneficios que Lanzarote. La ocupación hotelera en Fuerteventura está diez puntos por encima de la Isla, aunque es cierto que el dato debe ser contrastado con el número de camas.
Fernández se incorporó al Patronato en el mes de enero y es conciente del mucho trabajo que tiene por delante. Anticipa que los resultados del proyecto de promoción que se ha diseñado se verán a partir de 2008 y no el próximo invierno. Al margen de las ferias, están previstas agresivas campañas en países como Alemania, Suecia o la República Checa. Los slogans serán bien diferenciados según cada mercado. Este trabajo ya está en marcha. El Este de Europa, Canadá y Estados Unidos son mercados “recambio” en los que la Isla trabajará para atraer turistas. Fernández augura que la temporada de verano la salvará el mercado nacional aunque cree que debe hacerse el intento de redirigir los flujos para que también vengan turistas nacionales en invierno.
Compromiso de todos
El Patronato insiste además en la necesidad de capacitar mejor a la gente, sea personal de hotel, restaurante, taxistas o cuerpos de seguridad, “todos ellos tienen un peso específico en la responsabilidad de que el turista se vaya satisfecho”. En Playa Blanca se generan muchas denuncias por estafa especialmente referidas a las tiendas que venden productos electrónicos y para la imagen de la Isla es gravísimo. El Ayuntamiento de Yaiza se vio obligado a abrir una oficina de atención al consumidor para orientar al turista y ayudar a gestionar sus quejas. El Patronato lanza una campaña de sensibilización para que cada uno de los actores del negocio y la ciudadanía en general no pierda de vista el significado del turismo en la economía y supervivencia insular. El Patronato mejorará su organización con el funcionamiento de la Sociedad de Promoción y esto también contribuirá a la profesionalización del sector. El Patronato, que actualmente funciona en el edificio localizado frente a la Dirección Insular, se trasladará al antiguo Cabildo, en la calle Real.
Opiniones de empresarios
Juan Ferrer, empresario de agencias de viaje, cree que a la clase política le ha faltado contundencia para intentar mediar y dirimir los muchos conflictos laborales relacionados con el turismo que han tenido como uno de sus principales epicentros el aeropuerto de Lanzarote. Otro aspecto citado por Ferrer es la lentitud para acondicionar las playas después de fenómenos naturales como la tormenta Delta y otras menores. Playa Flamingo, en el sur, presenta un aspecto deplorable como consecuencia del Delta y las playas de Costa Teguise han sido víctimas de fuertes vientos sin que aparezca una mano que resuelva con celeridad el problema. “Hay turistas que hacen reclamaciones porque no se les están ofreciendo las playas que están en los catálogos”, anota Ferrer, quien ratifica la versión del Patronato de la disminución del peso de la Isla en el mercado alemán y el italiano, que se ha desplazado a Fuerteventura. “No ha habido la contundencia política para hacer promociones turísticas con calidad”, agrega.
De la mano de Dios
Por su parte, Tomás Fajardo, presidente de la Asociación de Consignatarios de Lanzarote, coincide con Ferrer en la apatía de los políticos. “La clase política no se ha preocupado por la única industria que tenemos”. Nada más llegar al aeropuerto, realza Fajardo, el turista se encuentra con la ‘agradable' sorpresa de tener que esperar más de una hora por un taxi y encima son frecuentes las quejas por la velocidad a la que se desplazan los vehículos de servicio público. Fajardo, que conoce a la perfección el turismo de cruceros, advierte que a pesar del flujo de pasajeros que se da en el puerto arrecifeño no hay ni siquiera una parada de guaguas para los cruceristas. Y ni hablar de los turistas que prefieren caminar hasta el centro de Arrecife y no tienen un camino peatonal en condiciones arriesgando su integridad física al transitar por la calzada.
Jesús Monzón, secretario de la Federación Interinsular de las Pymes (Felapyme), también señala que las instituciones se han adormecido en la comodidad de decir que “tenemos un sector que por si solo funciona”. Monzón piensa que debe aprovecharse la coyuntura de los cambios de gobierno para afrontar con seriedad un proyecto unificado que se proponga como objetivo lograr un turismo de calidad, para lo que habría que abordar temas como la oferta alojativa ilegal y la confusión que se presenta en algunas zonas de la Isla en las que no está claramente diferenciada la parte residencial de la turística.
Al margen de la Sociedad de Promoción
De otra parte, Juan Ferrer no entiende cómo se deja fuera de la Sociedad de Promoción a las agencias de viajes receptivas, que son las que traen los turistas a Lanzarote y conocen profundamente los distintos mercados. Monzón estima que la Sociedad es una buena herramienta como punto de partida pero confía en que su aplicación sea la mejor para consolidar la misión que inspiró su constitución. “De la Sociedad de Promoción se han quedado fuera sectores muy importantes para el turismo y ni siquiera se han buscado fórmulas para contar con su asesoramiento”.
Todo incluido
Ferrer lo define como un invento del Caribe que salió al mercado para contrarrestar destinos de alto riesgo en cuanto a seguridad se refiere. “Son como unas cárceles turísticas para que el turista no salga del hotel”. En Lanzarote y Canarias, apunta, se ha querido hacer lo mismo por demanda propia de los clientes, quienes valoraban muy bien en sus encuestas a la Isla pero le ponían un suspenso a servicios complementarios como la restauración, fundamentalmente por el coste excesivo considerando la calidad de los alimentos preparados. Hay hoteles que tienen todas las condicione para ofrecer el todo incluido pero también hay apartamentos que como han podido han acondicionado una cocina para poder ofrecerlo. Asignatura pendiente para la Consejería de Turismo del Gobierno canario: Regulación del todo incluido. Tampoco se puede permitir que establecimientos que ofrezcan todo incluido traigan la comida lista para servirla a sus clientes y no prepararla en cocina propia. En todo caso, Ferrer piensa que el todo incluido no tendría sentido en la Isla si mejora con creces el sector de la restauración. Son muchos los aspectos que son mejorables, ahora la clase política y también los empresarios deben tener capacidad de respuesta para reconducir la nave.