Dos semanas después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entrara a registrar su casa de Arrecife, este domingo gana protagonismo el que fuera presidente del Cabildo de Lanzarote Pedro San Ginés con la constatación de que el Partido Socialista (PSOE) planificó con su compañero Juan Manuel Sosa que se transfugara cuando todavía estaba fresco y recién firmado el pacto de gobierno con el Partido Popular (PP). La prueba la han hallado los nacionalistas, según ha podido saber este diario de fuentes del partido, en los famosos y polémicos mensajes de móvil que el actual portavoz adjunto de Coalición Canaria (CC) en el Cabildo aportó en la causa que está llevando en el Juzgado de Instrucción Número 2 de la capital el mismo juez que investiga su presunta implicación en un posible delito por el dinero que cobró el abogado Ignacio Calatayud, el magistrado Jerónimo Alonso. Casi tres años después, en CC se han dado cuenta de que Sosa dejó de comunicarse con Pedro San Ginés en junio de 2019, que es cuando recibe el último whatsapp que le envió el polémico doctor. Aunque luego le felicitó la Navidad, ahora tienen claro que los socialistas cerraron con él un acuerdo de blindaje porque no se fiaban en absoluto de la fortaleza del pacto con los populares, acuerdo que evidentemente mantuvieron en secreto hasta que el actual consejero de Sanidad hizo el paripé con el presidente de San Borondón, Jerónimo Robayna, de que se establecía una negociación para su acto de transfuguismo en las condiciones que supuestamente, tal y como ya adelantó en su día este diario, ratificaron en la famosa reunión de Costa Teguise con María Dolores Corujo y Andrés Stinga. Todo fue una trampa en la que cayó Robayna, tal y como el todavía presidente de San Borondón ha reconocido en varias ocasiones. El cambio de cromos ya estaba acordado y planificado mucho antes.
El que es sin duda uno de los capítulos más abyectos de la ya de por sí abyecta política lanzaroteña, sigue sin solución. Es el Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife el que debe ofrecer luz sobre las dos causas pendientes, la que debe determinar si hay o no juicio entre San Ginés y Sosa por las supuestas coacciones y amenazas y la que debe determinar si hay juicio por la implicación del propio San Ginés en pagos irregulares al abogado que llevó la concursal de Insular de Aguas de Lanzarote (INALSA). Con la velocidad con la que suelen trabajar los juzgados, todos los implicados no esperan una resolución temprana, aunque hacer previsiones en ese sentido puede ser un error notable.

Mientras, Sosa sigue a lo suyo, ejerciendo como consejero de Sanidad y ajeno a la situación que tampoco se ha aclarado sobre el sueldo que cobra y el que debió cobrar. De hecho, lo único que ha salido claro en ese sentido de un juzgado es la suspensión cautelar de su expulsión del grupo de CC, al que teóricamente pertenece mientras la justicia no diga lo contrario.
El pasado 14 de febrero, precisamente el día de los enamorados que en el caso de este folletín debería ser de los desenamorados, Crónicas adelantó la información sobre el contenido de los mensajes que Pedro San Ginés ha aportado a la causa judicial para contrarrestar los que el político transfugado de la lista de CC aportó también para intentar demostrar al juez Jerónimo Alonso que había sufrido coacciones y amenazas de su antiguo compañero y jefe. Ya contamos que en medio del potaje en el que se ha convertido su contencioso en el Cabildo para que la institución y su secretario, Mariano de León, se retractasen en eso de mandarle al grupo de los no adscritos por haber abandonado la formación con la que se presentó a las elecciones locales, está el pleito que mantiene ahora con su nuevo archienemigo. Antes tuvo otros. La Audiencia Provincial de Las Palmas ordenó en un auto de finales de enero al Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife reabrir la investigación que se había archivado en dos ocasiones por las coacciones que el polémico consejero de Sanidad del Cabildo dice que le realizó el ex presidente de la institución, aportando para ello en un primer momento pruebas e incluso testimonio de algún testigo que ratificaría que le advirtió con que de no devolver su acta a CC recibiría una querella del tamaño del Santiago Bernabeu. Con la reapertura de la investigación se reabrió también el periodo de aportación de pruebas, e incluso el periodo de cambio en la propia acusación. Al hilo de esto, y como se dio cuenta de que Sosa había aportado mensajes de texto del móvil como prueba incriminatoria, San Ginés hizo lo propio. El ex presidente se personó en el Juzgado en el que se ha reabierto la causa en los primeros días de febrero para llevar como prueba algunos pantallazos de los mensajes que le envió su antiguo compañero a él, nada menos que catorce páginas de pantallazos de mensajes que en la justicia moderna sirven para apuntalar argumentos. Al más puro estilo del SMS “Luis, sé fuerte” de Mariano Rajoy, este diario ha tenido acceso al contenido de los mensajes que San Ginés considera importantes para refrendar su argumento, que no es otro que el de demostrar que el transfugado consejero en ningún momento estuvo en la órbita de San Borondón y hubo que hacer encaje de bolillos para lograr convencer a su presidente, Jerónimo Robayna, de que lo aceptara y se llegara a un acuerdo que luego fue vital para que Sosa y Corujo dijeran aquello de que no es un tránsfuga. En la primera entrega de mensajes se ve exactamente eso, el momento en el que San Ginés y Sosa ya tienen decidido que irá en la lista de CC en el número 5, las dificultades que tiene el primero para justificarlo en su partido y las dificultades que tiene el segundo para convencer a Robayna de que le incluya finalmente en sus planes y pase como cuota del partido local que surgió en Tías y supere así el filtro de los comités locales de CC. Arranca todo con el momento en el que el polémico doctor le confiesa su amor político y le dice que o logran que cuele lo de la cuota de San Borondón o él se va para su casa si no le aceptan como independiente los de CC. Además, hablan estos primeros mensajes de cómo defiende los ataques de Echedey Eugenio contra María Dolores Corujo, en aquel momento su enemiga política. En otro de los mensajes, que a San Ginés le pareció importante aportar al juzgado como prueba del interés que había en que saliera adelante su invento de poner a Sosa como cuota de San Borondón, este ya de enero de 2019, insisten en que la cosa está tensa pero que tendrán que seguir apretando. Se supone que Robayna no aceptaba los términos que le estaban planteando. En uno de los últimos mensajes de esta primera entrega que forma parte de cuatro de las catorce páginas entregadas por el nacionalista a los juzgados, se habla también de su particular relación con los medios y de cómo en todo momento Sosa entendía las líneas editoriales que seguían los unos y los otros.

En principio, Sosa estaba convencido de que iban a ganar las elecciones y tenía claro que iban a “dar por saco” a Corujo, tal y como se muestra en uno de los mensajes llevados como prueba al juzgado que analiza esta causa, un mensaje que es de dos días antes de que se celebraran las elecciones.

Un día antes de las elecciones, el actual consejero de Sanidad estaba convencido del triunfo de San Ginés y de los suyos, de ahí que hablara incluso de descorchar botellas de champán. En ese momento, como es lógico, su plan era entrar a gobernar con CC.

Sin embargo, doce días antes de que tomara posesión la líder de los socialistas, el galeno muestra su nerviosismo por lo que está sucediendo, después de ver que no se han ganado las elecciones y lo que es peor, que la actitud de Echedey Eugenio y de su gente en Arrecife, a los que define como "guardería infantil", pueden echar al traste el posible pacto con el PP. Es el momento en el que le pide a San Ginés que "ponga los cojones sobre la mesa".
Ese 16 de junio, curiosamente, fue el último día que el actual portavoz adjunto de CC recibió un mensaje de su compañero. Un protocolario mensaje de felicitación navideña se coló entre el más absoluto silencio cuando se supone que debían compartir muchos temas políticos, aunque fuera uno como portavoz y otro como portavoz adjunto del Grupo Nacionalista en la oposición. Esos mensajes no se produjeron porque, ahora se han dado cuenta, en CC están convencidos de que ya habían tocado desde el PSOE al doctor y éste simplemente estaba esperando el momento adecuado para dar el paso y transfugarse. Ese momento llegó cuando pudo teatralizar la ruptura usando, como él mismo ha reconocido posteriormente, al presidente de San Borondón de señuelo y de justificante, como si de una receta médica se tratara.