Vanesa Artiles es una vecina de Lanzarote que lleva más de un año reclamando a distintas administraciones públicas un acceso digno para su hija en la Escuela de Arte Pancho Lasso, en Arrecife.
La hija de Vanesa Artiles, de 17 años, que padece debilidades musculares motivadas por una enfermedad degenerativa, comienza en septiembre su segundo curso de arte y tras un año de reivindicación y con sus compañeros ayudándola a diario para poder acceder al centro y tener los mismos derechos que el resto de alumnos, esta vecina ha decidido denunciar el caso públicamente ante lo que considera una "discriminación" en este entro educativo radicado en Arrecife, un inmueble que también está afectado por el actual catálogo de Bienes patrimoniales de Arrecife al tener un valor histórico patrimonial bastante destacado.
Según el testimonio de Artiles en Crónicas Radio-Cope Lanzarote, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias cuenta con una financiación de hasta 110.000 euros para la implantación de un elevador, cuya obra aún no se ha iniciado. Esta madre, indignada tras las largas que una y otra administración le dedican, reclama que al menos se instale una simple barandilla en el acceso de la Escuela Pancho Lasso. "Lo último que me han dicho es que solo faltaba un papel para autorizar el proyecto y para que así después pueda ser aprobado en el Pleno del Parlamento de Canarias", ha explicado la madre de la estudiante en su intervención durante la tertulia del informativo 'Mediodía Lanzarote'.
"Mi hija tiene un 68% de discapacidad reconocida por el Estado y no voy a consentir que sea sometida a ninguna discriminación. Ella podrá elegir en qué centro educativo quiere realizar sus estudios de arte", ha expuesto Vanesa Artiles, que asegura haber remitido ya decenas de cartas a la Dirección insular de Educación en Lanzarote y a otros estamentos. "El apoyo de la dirección del Centro ha sido total hasta ahora, pero es algo que no depende de ellos", lamenta.
De la denuncia de esta vecina se han hecho eco ya varias formaciones políticas de la Isla que se han comprometido a tratar de solucionar lo que parece haberse convertido en un auténtico callejón sin salida.