ACN
El ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y las ONG's que están acogiendo a la mayoría de los inmigrantes ilegales que llegan en cayuco a Canarias y son trasladados a la Península acordaron hoy incrementar las plazas de acogida ante el previsible aumento de los traslados que tendrá lugar en las próximas semanas, pudiendo llegar a duplicarse las 1.000 actuales.
Así lo manifestó el ministro Jesús Caldera tras reunirse en la mañana de hoy con los responsables de las seis ONg's encargadas de esta tarea, que -según los datos del Ejecutivo- desde enero de 2005 han atendido al 83 por ciento del total de 15.500 irregulares trasladados desde entonces.
El resto ha sido atendido por los servicios sociales de las distintas Comunidades Autónomas.
Según Caldera, que asistió acompañado de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, las ONG's "tendrán todo el dinero que necesiten" para ampliar su capacidad de acogida y crear una "estructura estable y permanente" para atender el fenómeno.
El ministro dijo que, pese a la situación "difícil" de este verano, la labor estas organizaciones "ha funcionado bien" y "han sido capaces de hacer frente" a la llegada de inmigrantes a la Península desde Canarias.
En la actualidad, Cruz Roja Española cuenta con 600 plazas de acogida que tiene previsto aumentar en 300 más; la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) podría doblar las 100 de que dispone; y el Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad (MPDL) podría multiplicar por tres las entre 70 y 80 con que cuenta.
Por su parte, la ACCEM, que tiene 150; el Colectivo La Calle (22) y el Consorcio de Entidades para la Acción Integral de Inmigrantes (90) podrían duplicarlas, según explicaron los portavoces de estas ONG's encabezados por el actual presidente de CEAR, el grancanario Ignacio Díaz de Aguilar.
Durante el encuentro las ONG's sugirieron la posibilidad de estudiar fórmulas legales para la acogida e integración social de quienes no llegan a ser repatriados a su país tras el período de 40 días en que los irregulares deben permanecer en centros de internamiento.
Asimismo llamaron la atención sobre la necesidad de intervenir en los países de origen, no solamente con medidas para favorecer su desarrollo a largo plazo, sino con campañas de sensibilización a desarrollar allí, en las que ellas podrían participar.