martes. 22.04.2025

La policía británica desplegó este viernes patrullas adicionales en Londres tras hallar a primera hora de la mañana un coche bomba con 60 litros de gas, gasolina y clavos en su interior y descubrir más tarde un segundo vehículo sospechoso, ambos en el centro de la ciudad.

AGENCIAS

Agentes de policía, junto al coche bomba en la zona de The Haymarket.

El primer coche, cuyo artefacto fue desactivado por especialistas, fue encontrado en un Mercedes verde aparcado en The Haymarket poco antes de las 2.00 horas (una hora más en la España peninsular). Se trata de una zona famosa por sus numerosos teatros y muy próxima al área comercial de Regent Street.

Según la cadena de televisión Sky News, que cita fuentes policiales, el artefacto iba a ser detonado mediante un teléfono móvil. El subcomisario de la policía, Peter Clarke, aseguró que la onda expansiva y la metralla "habrían causado numerosos muertos y heridos".

Horas después, los agentes establecieron un perímetro de 200 metros en Park Lane, una transitada calle del centro de la ciudad, para examinar un segundo vehículo aparentemente vinculado al frustrado atentado, según confirmó una portavoz de Scotland Yard.

Los artificieros estuvieron utilizando un robot teledirigido para analizar el automóvil, hallado al parecer en un aparcamiento subterráneo, aunque de momento se desconoce si contiene artefactos explosivos.

La policía británica revisó las cámaras de televisión de la zona, y pidió a los ciudadanos que este jueves por la noche frecuentasen esas calles y puedan aportar alguna información, que llamen al teléfono (+44) 0100789321.

El primer ministro británico, Gordon Brown, que se estrena en su puesto tras la despedida de Tony Blair, advirtió de que el Reino Unido afronta una amenaza "seria y continua" y pidió a la población que se mantenga "alerta".

Según explicó el jefe del Gobierno, la ministra británica de Interior, Jacqui Smith, preside el denominado 'comité Cobra', formado por los principales titulares de carteras y los servicios secretos, para analizar los últimos acontecimientos.

El ministro británico de Defensa, Des Browne, reconoció, en declaraciones a la BBC, que "parece que se trata de un incidente muy serio".

Dos años después del 7-J

El 7 de julio de 2005, Londres fue el escenario de un atentado perpetrado en el metro y en un autobús en el que murieron 52 personas y más de 700 resultaron heridas. Tres de los suicidas que provocaron las explosiones eran de origen paquistaní y uno, jamaicano. El del 7-J fue el primer ataque suicida cometido en suelo europeo.

Días después, el 21 de julio, un ataque muy similar aunque de mucha menor entidad volvió a sembrar el pánico en Londres.

En marzo de 2007 tres hombres fueron arrestados y culpados de conspirar con los autores del 7-J, convirtiéndose así en los primeros acusados formalmente por los atentados. Dos meses después, cuatro personas fueron detenidas en relación con ataques del 7-J, entre ellas, la viuda del presunto cerebro de la matanza, Mohamed Sidique Khan.

En agosto de 2006, la policía británica abortó un intento de atentado inminente en aviones que cubrían el trayecto entre Reino Unido y EEUU. El plan, según Scotland Yard, consistía en causar explosiones en pleno vuelo con líquidos químicos llevados en el equipaje de mano. Decenas de personas fueron detenidas y miles de viajeros se vieron afectados por el cierre del aeropuerto londinense de Heathrow.

El coche bomba hallado en Londres iba a ser detonado con un teléfono móvil
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