AGENCIAS
El cuerpo del ecuatoriano estaba dentro de su vehículo, en la planta 0 del aparcamiento, que resultó destruido por el atentado.
Palate era una de las dos personas que permanecían desaparecidas desde el día del atentado. Su compatriota Diego Armando Estacio aún no ha sido localizado. Su padre, Winston, ha afirmado esta tarde que el mayor deseo de la familia es "encontrarlo esté como esté".
En la víspera de fin de año, Palate, de 35 años, acudió junto a un amigo a la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas para recoger a la esposa de éste. A las 09.01 de la mañana, descansaba en un automóvil en el mismo aparcamiento donde ETA hizo estallar su bomba poniendo fin al alto el fuego.
El Gobierno ha anunciado que concederá la nacionalidad española a los ascendientes y descendientes de los dos ecuatorianos y evaluará individualmente los casos del resto de familiares.
En la zona que se desplomó continúa el intenso trasiego de máquinas que extraen escombros y grúas que trasladan los restos de los vehículos damnificados a un espacio donde los bomberos y la Policía Científica toman las muestras necesarias para determinar si hay restos humanos o de explosivos. Hasta última hora de esta mañana se habían retirado unas 6.000 toneladas de escombros, del total de 40.000 que se estiman se acumulan en la zona siniestrada.
El estallido de la furgoneta-bomba provocó el derrumbamiento de una gran parte del módulo D de la T4 donde unos 600 vehículos quedaron enterrados y convertidos en chatarra tras el estallido y el posterior incendio, que alcanzó una temperatura de 1.000 grados.