Agencias
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió este lunes de que España no va a tolerar que sigan llegando a sus costas inmigrantes irregulares ni que sus países de origen incumplan los acuerdos bilaterales, y aseguró que el Ejecutivo está dispuesto a actuar "con toda firmeza".
Fernández de la Vega hizo estas consideraciones en su intervención ante la IV Conferencia de los embajadores españoles en todo el mundo que se celebra desde este lunes en Madrid y que fue inaugurada por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El problema de la inmigración irregular estuvo presente en las intervenciones de ambos, y la vicepresidenta destacó el cuidado con el que el Gobierno trata de gestionar el problema humano derivado de ese fenómeno.
Pero, al mismo tiempo, subrayó que se debe poner fin a la inmigración irregular y es necesario hacer saber a los países de origen de quienes estas semanas están llegando a las costas españolas que España no va a tolerar que eso siga sucediendo, ni que se incumplan los acuerdos bilaterales y multilaterales alcanzados, así como que el Gobierno está dispuesto a actuar "con toda firmeza".
"Todo el que entra en España de manera irregular, más tarde o más temprano saldrá de España; esto deben saberlo tanto los que llegan como los gobiernos de los países de los que llegan", recalcó la vicepresidenta.
Fernández de la Vega consideró que este fenómeno es un ejemplo de de cómo un problema interior no puede resolverse sin una activa acción exterior ni "sin una mayor lubricación de los mecanismos de la cooperación internacional".
Tras insistir en que la UE debe tomar este problema como propio y debe avanzar más en la solución del problema, advirtió que un fracaso en este ámbito sería "una regresión en el ideal de una Europa más unida".
Fernández de la Vega hizo hincapié en que la inmigración legal, en la actualidad, no es un problema, y el desafío en este ámbito es gestionar una diversidad creciente con vistas a evitar el racismo y la xenofobia.
Al hilo de ello, lamentó "algunas manifestaciones de puro oportunismo político en las que un grupo político (en alusión al PP) identificaba a la inmigración con la delincuencia".
Por su parte, en su intervención inaugural de la reunión con los embajadores, Moratinos defendió impermeabilizar las fronteras, actuar contra las mafias y agilizar los mecanismos de repatriación para abordar el fenómeno de la inmigración, uno de los retos globales que dijo que requiere mayor unidad de acción internacional.
Envío de tropas al Líbano
Tanto Fernández de la Vega como el ministro aludieron también al envío de tropas al Líbano, y la vicepresidenta mostró el orgullo del Gobierno ante una misión de paz de este tipo, mientras que Moratinos consideró que Europa está llamada a un mayor protagonismo en el mundo y la acción en Líbano es una buena prueba del "renacer de la UE".
La portavoz del Ejecutivo dijo que España quiere contribuir activamente en la construcción de un mundo más justo, más seguro y más solidario, y su autoridad y prestigio debe derivar de la credibilidad de sus acciones unido al atractivo de los valores que promueve.
Además, aseguró que los intereses de España en el exterior se encuentran hoy "mejor y más efectivamente defendidos" que hace dos años y se está ante una etapa "fascinante" en la que está habiendo en el mundo numerosas transformaciones.
Al hilo de ello, consideró que hay que dejar de lado la visión de las fronteras como espacios físicos perfectamente delimitados por accidentes geográficos y hay que adaptar esa idea a su nueva naturaleza, caracterizada por una "mayor fluidez, virtualidad y recomposición continua".
En consecuencia, opinó que el hecho de que cada vez afecte más lo que ocurre fuera de las fronteras de un país, obliga a observar todo ello no como algo externo, sino como algo más propiamente interno a la política interior del país.