martes. 22.04.2025

Rubalcaba consuela a uno de los familiares de los desaparecidos en Barajas.

AGENCIAS

Los efectivos que trabajan en el aparcamiento de la T-4 de Barajas prosiguen con la ardua tarea de buscar entre los escombros a las dos personas desaparecidas después de que ETA hiciera estallar una furgoneta bomba. Más de 48 horas después del atentado no hay ningún rastro de ellas. Sus familiares se han trasladado a la zona de la explosión junto al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate estaban descansando en sus automóviles el pasado sábado cuando ETA hizo estallar un coche bomba en el aparcamiento de la T4. Desde entonces, se encuentran en paradero desconocido.

Sus familiares viven desde hace dos días una angustiosa espera. La tarea de desescombro avanza lentamente, pero de momento no hay rastro de ellos y la esperanza de hallarles con vida se va difuminando hora tras hora.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha acudido esta mañana a la zona de la explosión junto a los familiares de los desaparecidos. Llegaron sobre las 13.35 horas y permanecieron allí poco más de 15 minutos.

Imagen de Telecinco del ecuatoriano Diego Estacio Civizapa.

El grupo contempló los destrozos provocados por la explosión de la furgoneta bomba desde el vial de acceso a la zona de llegadas de la T-4, sin adentrarse en el área donde se amontonan los escombros del edificio del aparcamiento.

La novia de Diego Armando Estacio, Verónica Arequipa, que había acudido con él al aeropuerto para recoger a un familiar y salvó la vida, no paraba de llorar y era consolada por Rubalcaba, quien le infundió ánimos.

Rubalcaba ha explicado que "han intentado reconocer dónde dejaron sus coches y a sus familiares", por lo que se incentivará la búsqueda en esa zona. 0El ministro ha agradecido la labor de los equipos de rescate que, desde el pasado sábado, participan en las labores de desescombro para buscar a Estacio y Palate, y ha reclacado que se está trabajando "día y noche" y al "máximo ritmo". Sin embargo, recordó que ese ritmo se ralentiza porque debe "ser compatible con el hecho de que pueda haber personas con vida", aunque agregó que "la esperanza, evidentemente, es remotísima".

Rubalcaba, quien no se atrevió a pronosticar cuándo pueden aparecer Estacio y Palate, aseguró que, "hasta donde" él conoce, los equipos de rescate aún no han llegado al núcleo de la explosión, aunque matizó que esa información se la habían facilitado cuando se encontraba delante de los familiares "y por razones obvias hemos querido ser especialmente prudentes".

Imagen de Canal9 de Carlos Alonso Palate.

Desescombro sin descanso

Los bomberos que trabajan en los restos del atentado en la T-4 de Barajas ya están en la zona en la que se supone estaba la furgoneta bomba y esperan encontrar indicios de los dos hombres desaparecidos en las próximas horas.

"Se sigue trabajando muy despacio, pero ya se ha llegado al núcleo de la explosión y en esa zona, como en el resto, se está trabajando con Policía científica que, al encontrar cualquier resto de vehículo, toma las mediciones, las muestras necesarias para determinar si puede tener restos de persona o de explosivos", manifestó el director de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Alamo.

El inspector de guardia del cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid, Luis Villarroel, explicó que los restos del aparcamiento se encuentran comprimidos, como un sandwich, con capas de coches y forjado, y explicó que el colapso del edificio se puede comparar con el de las Torres Gemelas.

Los efectivos sólo han cesado su actividad para escuchar las doce campanadas de Fin de Año, pero decidieron no brindar como señal de respeto a Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.

Las desapariciones

Diego Armando Estacio había acudido hacia las 8.00 del sábado a la T4 junto a su novia, Verónica Arequipa, para recoger a la madre de uno de ellos. Diego decidió quedarse en el coche "echando una cabezada" mientras su novia acudía a la terminal. En cuestión de minutos, la T4 fue desalojada.

El coche de la pareja, un Renault Clio blanco del año 1995, estaba aparcado en la cuarta planta del módulo de aparcamiento D de la Terminal 4, la misma en la que explosionó la furgoneta bomba.

Le acompaña en este infortunio su compatriota Carlos Alonso Palate, de 35 años. Acudió junto a un amigo a la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas para recoger a la esposa de éste, que llegaba a España. A las 09.01 de la mañana, este joven ecuatoriano también descansaba en un automóvil cuando ETA decidió poner fin en Madrid a su alto el fuego con el terror como argumento.

Prosigue la búsqueda de los dos desaparecidos dos días después del atentado en la T4
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