La política de distensión del Gobierno de España con los partidos independentistas catalanes -que la oposición considera «mendigar»- ha obtenido un nuevo resultado en forma de fotografía entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y un comunicado conjunto en el que se reconoce por las dos partes la existencia de «un coflicto sobre el futuro de Cataluña» que debe resolverse mediante «una propuesta política». El objetivo del Gobierno es limar las diferencias existentes con los secesionistas para que estos puedan, entre otras cosas, aprobar los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso y desbloquear un curso político para 2019 que se augura duro y complicado para el PSOE. En este contexto, así se entendió el «sí» del PDECat y ERC en el Congreso a la senda de estabilidad presupuestaria propuesta por el Gobierno y el anuncio del fin de la huelga de hambre -tras veinte días- de cuatro de los líderes del procés que están en prisión preventiva en la cárcel de Lledoners (Barcelona).
No hubo reunión «a seis»
Como contrapartida, Sánchez cedió en parte, este jueves, a las exigencias de mínimos de Torra y su encuentro, finalmente, no se llevó a cabo en Barcelona el mismo día del Consejo de Ministros, que se celebra este viernes y regaló a los independentistas una imagen de los dos presidentes con los ministros y los consejeros implicados en el encuentro. Eso sí, desde La Moncloa se dejó claro que el encuentro «a seis» fue «un saludo cordial y de cortesía». Para el Gobierno, la reunión importante fue la que se celebró entre los dos presidentes, que se completó con «una paralela» a la que asistieron la vicepresidenta, Carmen Calvo, la ministra Meritxell Batet, el vicepresiente autonómico, Pere Aragonès, y la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi. Para la Generalitat, sin embargo, sí hubo una reunión «a seis».
Una vez finalizada la reunión entre presidentes -que duró alrededor de una hora y media- ministros y consejeros accedieron a saludar a Sánchez y Torra. Foto «a seis». Pero no hubo «cumbre» -término que solo se utiliza para encuentros entre mandatarios a nivel internacional-, pese a que, incluso, durante el tiempo de las dos reuniones así se aseguraba desde el gobierno catalán. De hecho, fuentes oficiales del gobierno autonómico aseguraron a ABC que la reunión «a seis» duró «alrededor de media hora». Una opinión que desmintió Batet, en la rueda de prensa posterior: «El encuentro fue de unos minutos por cordialidad y... poco más».
«Seguridad jurídica»
En cualquier caso, de las dos reuniones, celebradas en el Palacio Real de Pedralbes, salió un comunicado conjunto en el que los dos gobiernos «coinciden en la existencia de un conflicto sobre el futuro de Cataluña» y, aunque «mantienen direfencias notables sobre su origen, naturaleza o sus vías de resolución», comparten «su apuesta por un diálogo efectivo que vehicule una propuesta política».
En este sentido, los dos ejecutivos se comprometen a seguir avanzando, apostando por el diálogo, «en el marco de la seguridad jurídica». Fuentes del Gobierno admitieron que el término «seguridad jurídica» en el comunicado, en el que no se cita la Consticición, había sido una concesión a la Generalitat, que no estaba de acuerdo con el redactado inicial en el que se incluía la mención a la Carta Magna.
Pero, más allá del comunicado conjunto, las discrepancias entre el Gobierno y la Generalitat se volvieron a poner de manifiesto. Para Artadi, en la reunión entre Sánchez y Torra se trató el tema de la autodeterminación de Cataluña y la demanda de los independentistas en relación a la celebración de un referéndum de secesión. Batet, sin embargo, lo negó. Desde el Gobierno se intentan limar las diferencias, que son evidentes en el fondo de la cuestión que plantea el nacionalismo catalán, mientras que desde la Generalitat se alimentan las discrepancias. Batet reiteró, en este sentido, que la salidad a la división en Cataluña debe salir de la propia sociedad catalana, un aspecto que también señala el comunicado.
El segundo encuentro entre Sánchez y Torra, así, no cerró ningun acuerdo tangible y ambos equipos se emplazaron para verse en enero. Será una reunión entre vicepresidentes y previsiblemente en Madrid. El diálogo, aseguraron Batet y Artadi sigue abierto. Tras la reunión de ayer, se celebra el Consejo de Ministros en Barcelona. Está previsto que el Gobierno apruebe algunas medidas que se presentarán como gesto para con la Generalitat. Por ejemplo, informa Víctor R.Almirón, una inversión de 112 millones de euros en infraestructuras para las carreteras de Cataluña. Además, están previstas una subida del salario mínimo interprofesional, una subvención de 350 millones a la formación de personas ocupadas, y, entre otras medidas, algunas decisiones en materia de retribuciones en el ámbito del Sector Público.