Tanto la Guardia Civil como Salvamento Marítimo (SALVAMAR) están teniendo un día notablemente complejo. De hecho, habría que echar mano de las complejas estadísticas oficiales para saber si ha habido un día como el de este sábado en lo que a la recepción de pateras procedentes de África se refiere en un territorio tan pequeño como es Lanzarote.
Según ha comunicado por la tarde el Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo en una jornada de notable confusión informativa, cerca de las tres de la tarde supieron que Salvamar había localizado a otra patera cerca de Órzola, la séptima que se encontraba rumbo a Lanzarote en menos de 24 horas. En esta embarcación viajaban 31 hombres, 4 de ellos posiblemente menores, y 2 mujeres, todos de origen magrebí. Uno de los inmigrantes tuvo que ser trasladado en la ambulancia al hospital Doctor José Molina Orosa, sin que se haya especificado exactamente qué le sucedía.
Posteriormente se informó de la localización de otra embarcación, la octava, en la que viajaban unos 40 varones de origen marroquí. Todos ellos fueron igualmente trasladados al muelle de Órzola, donde recibieron la asistencia de los desbordados y sacrificados trabajadores de Cruz Roja, de Emerlan, del REN, de las policías locales y de la Guardia Civil que han tenido que participar en este complejo operativo, amén de los agentes de la Policía Nacional a los que les toca intervenir acto seguido para hacerse cargo de la custodia de los inmigrantes.