Este sábado en el que todavía no había que cambiar la hora -lo tendremos que hacer la siguiente madrugada- ha amanecido como lo viene haciendo en los últimos días en los que se ha disfrutado de lo que se define en esta parte del mundo como "tiempo de patera", nada de viento, calor y una mar adormecida y con forma de plato. Unos minutos antes de las ocho de la mañana, según ha avanzado el Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo, llegaba al muelle comercial otra embarcación con 46 inmigrantes procedentes de Marruecos.
Todos, a la espera de que se amplíe la información, aparentemente en buen estado de salud. Continúa así la riada humana que nuevamente parte del continente hacia las Islas, curiosamente interrumpiendo ese periodo tras la visita de Pedro Sánchez al rey Mohamed VI en el que dejaron de salir embarcaciones del país vecino. Algo ha cambiado y la ruta migratoria vuelve a estar despejada para las mafias que controlan este negocio.
