martes. 22.04.2025

Tres jóvenes canarios (dos tinerfeños y un majorero, todos ellos menores de 25 años) han sido condenados por la Audiencia Provincial a penas que rondan los 10 años como autores del secuestro exprés de un empresario de Fuerteventura en 2007.

Tal y como recoge el diario Canarias 7, fueron a buscarlo a su casa y se ganaron su confianza con la excusa de que le iban a compra un vehículo. Lo metieron en un coche simulando que le encañonaban con una pistola, lo ataron de pies y manos y lo amordazaron con cinta aislante, lo tuvieron retenido en un barracón abandonado y sólo lo soltaron cuando, después de recibir una paliza y amenazas de muerte, accedió a entregarles los 46.000 euros que guardaba en casa. En aquel momento, el mayor de lo tres secuestradores acababa de cumplir los 23.

La Sala de la Audiencia Provincial de Las Palmas que se ocupa de los juicios en las islas no capitalinas, la llamada Sala bis, notificó el lunes la sentencia que condena a los tinerfeños Daniel Alonso Núñez y Carlos Javier Navarro Rodríguez, de 23 y 24 años de edad en la actualidad respectivamente, y al majorero Iván Tomás González Padilla, de 24, a penas que rondan los 10 años de prisión como autores de un delito de detención ilegal y de otro de robo con violencia, ambos relacionados con el secuestro exprés que sufrió el 17 de junio de 2007 el empresario majorero Ignacio Rafael García Perdomo, de 36 años.

Según la sentencia, sobre las 19 horas del 17 de junio de 2007 los tres acusados llegaron en un coche de alquiler al domicilio del empresario en la calle Llano de la Mareta de Puerto del Rosario a sabiendas de que tenía un negocio de compra venta de vehículos y que por ello podía guardar una importante cantidad de dinero.

Pistola simulada

El mismo diario señala que con el pretexto de que querían comprar un coche lograron ver a García Perdomo. Mientras Carlos Javier Navarro «lo agarraba por el cuello», relata el fallo, Daniel Alonso le ponía «una pistola simulada en el estómago». Iván Tomás González esperaba al volante. Metieron al empresario a la fuerza en el coche y se lo llevaron, dándole goles por el camino mientras Iván se calaba un pasamontañas para evitar su identificación.

Lo llevaron maniatado con cinta aislante a los abandonados módulos prefabricados de Llanos Pelaos, antiguo centro de acogida de menores inmigrantes. Lo introdujeron en una de las casetas por la ventana. «Lo amordazaron con cinta aislante, le ataron las manos a la espalda con el mismo tipo de cinta y el resto del cuerpo con cuerdas» y le golpearon, al tiempo que le exigían 6.000 euros diciéndole, «esto es un secuestro, si no hacer lo que te decimos te vamos a matar», reza el fallo.

Tomás Iván vigilaba fuera

Pasado un tiempo, los secuestradores volvieron a meter al rehén en el vehículo y lo llevaron de vuelta a casa para que pagara, pero ya cerca de la casa, y temiéndose que su novia estuviera allí, volvieron a los barracones de Llanos Pelaos.

Finalmente, Ignacio Rafael García accedió a pagar lo que le pedían y los tres volvieron a la casa del empresario. Entraron todos, e Ignacio sacó una cesta en la que guardaba 46.996 euros y se la entró a sus secuestradores. Finalmente, huyeron con el dinero a bordo del vehículo alquilado, «al que el secuestrado logró lanzar una piedra que impactó contra la luna trasera».

La Justicia condena a tres canarios por un secuestro exprés
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