FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
El cadáver del hombre de 24 años de edad y origen ucraniano que se encontraba desaparecido tras caer al mar este jueves de madrugada en la zona de Papagayo, en la Avenida de Playa Blanca (Yaiza), fue localizado sobre las 11:25 horas por el helicóptero del Grupo de Intervención en Emergencias (GIE)a una milla de la costa, frente al Castillo de Las Coloradas.
Las embarcaciones desplazadas al lugar se acercaron al punto de avistamiento para efectuar el rescate del cadáver, que al mediodía fue recuperado y trasladado por la Guardia Civil hasta el puerto de Marina Rubicón.
Durante el rescate, personal de Cruz Roja prestó apoyo psicológico a los familiares de la víctima, de origen ucraniano, que se habían acercado hasta el lugar para seguir las tareas de rescate.
Amplio dispositivo
Según Cruz Roja, el joven estaba siendo buscado desde las 04:29 horas de la madrugada por una patrullera del Grupo de Intervención en Emergencias (GIE) del Gobierno de Canarias, con embarcación Delfín Mular y helicóptero de apoyo desde el aire, con base en Fuerteventura, tras recibirse el aviso en la Policía Local de Yaiza.
Según informó la Guardia Civil, el joven cayó de manera fortuita al mar pasadas las tres de la madrugada cuando paseaba con un pariente en la zona de Papagayo (Playa Blanca), frente al hotel Iberostar.
Según datos reportados por un testigo y el alertante, familiar del desaparecido, se encontraban caminando por la zona cuando se percató de que quien lo acompañaba cayó hacia las rocas, desapareciendo posteriormente.
Tras ser presenciada la caída por testigos, la Guardia Civil activó una patrullera, que estuvo por la zona tratando de encontrarle, y con la primera luz del día se incorporó un helicóptero de la Benemérita.
Efectivos de seguridad y emergencias comenzaron en un primer momento un rastreo por la costa, hallando restos de sangre en las proximidades del lugar del suceso.
A la llegada de los recursos marítimos y aéreos se comenzó un rastreo, tanto a media distancia como en las proximidades de la costa (de manos de los diferentes equipos de buzos actuantes) en previsión de que la persona pudiera haber quedado entre las rocas de la línea de mar.
Durante la mañana se sumaron más medios marítimos y aéreos al dispositivo, como la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Yaiza, con una embarcación de rescate, un equipo de buzos y personal de rescate y rastreo desde tierra.
Al mediodía de Cruz Roja incorporó una ambulancia asistencial, un vehículo de rescate, personal de coordinación, un equipo de Búsqueda y Salvamento en Medio Acuático (buzos, patrones y socorristas acuáticos), así como la embarcación de Lima Sierra Mercurio, conveniada con Salvamento Marítimo y con base en el Puerto Deportivo Marina Rubicón.
Un menor preahogado
En el transcurso de la búsqueda del varón desaparecido, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) activaba también a Cruz Roja debido a que un menor de dos años había caído a la piscina de un hotel de Playa Blanca cercano al lugar del operativo de búsqueda, y necesitaba ser reanimado.
Mientras el personal sanitario de Cruz Roja y la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Yaiza se dirigían al lugar, efectivos de este último cuerpo y la Policía Local habilitaban un área para que el helicóptero del GIE pudiera tomar tierra, previendo la necesidad de una posterior evacuación urgente del menor hasta el Hospital. Los agentes policiales también se dispusieron a recoger al personal médico del Consultorio de Playa Blanca para trasladarlo hasta el lugar.
Entretanto, los técnicos sanitarios realizaban las maniobras de reanimación al menor, que se encontraban en parada respiratoria y que, una vez llegados los facultativos del Consultorio, fue estabilizado. El helicóptero permitió que el menor y el personal médico se trasladaran de manera rápida hasta la helisuperficie del parque de bomberos en Arrecife, donde esperaba ya una ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario para hacer el último enlace del pequeño hasta el Hospital General de Lanzarote.
La actuación coordinada de todos los cuerpos y el elevado número de recursos que se encontraban en la zona permitieron una resolución rápida y satisfactoria del percance. El menor quedó recuperado de la parada respiratoria tras el preahogamiento.