El campo de fútbol de Costa Teguise sirvió este jueves de escenario para acoger durante más de tres horas al equipo del programa “A buena hora” de Crónicas Radio que dirige y presenta el periodista Alfonso Canales. En ese lugar, en presencia del actual presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, se fueron trazando las líneas del presente deportivo insular y del futuro deportivo de la localidad en la que se encontraban. De hecho, una de las principales noticias que emanó de la presencia allí del que fuera también durante más de una década alcalde de ese municipio, es que el campo de fútbol de Costa Teguise no es más que el origen de un proyecto mucho más ambicioso que debe culminar en la creación de una gran ciudad deportiva con la inclusión a medio plazo de un pabellón multidisciplinar en el que se incluirá una piscina para los vecinos de la zona y para todos los que vengan de fuera y quieran disfrutarla.

Fue el compromiso de más de una hora de charla distendida con el presidente del Cabildo, con su consejero de Presidencia, Energía e Industria, Miguel Ángel Jiménez, que ya fue además durante todos sus años de alcalde el concejal de Hacienda, el encargado de encontrar el dinero, con el presidente del club de fútbol Palmeiros de Costa Teguise, Francisco Carrasco, y con un niño de quince años que cuando no levantaba un palmo del suelo, en fase prebenjamín, fue uno de los primeros jugadores que tuvo el equipo que dio origen a la construcción del campo, Aitor Canales.
Los cuatro estuvieron recordando cómo fue el complejo origen de la construcción de ese estadio, cómo se pasó, por la insistencia y el incansable trabajo del presidente y de su inseparable y persistente vicepresidente, Sergio Díaz, de jugar en una instalación prestada en el Apartahotel Los Zocos a un campo de césped artificial “un tanto duro” que se improvisó enfrente del hotel Sand Beach, campo que costó cerca de 50.000 euros a las mermadas arcas de entonces del Ayuntamiento de Teguise y que aunque insuficiente para el objetivo que se perseguía sí satisfizo los anhelos de las niñas y niños que conformaban ya la familia del Costa. Y esa es una de las claves de esta historia, tal y como contó “Paco”, que es como todo el mundo llama al presidente del club, que el origen del equipo estuvo basado en un grupo de personas comprometidas que se convirtieron en una familia, entre ellas otra persona clave como fue el entonces concejal de Costa Teguise y de Turismo, Antonio Callero, que tenía a dos hijos jugando en el club, Jorge y Carlos.
Oswaldo Betancort lamentó que la burocracia y un problema con la primera empresa a la que se le adjudicó la obra retrasara tanto el proyecto, proyecto que se culminó hace pocos años y que de hecho tiene todavía deficiencias que corregir. Una de ellas, como señaló Francisco Carrasco, es que se ponga vigilancia. “Al ser un campo tan abierto, con vallas tan bajas, viene todo tipo de gente, se cuela y el problema no es que usen las instalaciones, es que algunos, principalmente gente mayor que viene de otros municipios como Arrecife, se dedican a destrozar lo que hay”, comentó. Además, los gimnasios todavía no se están usando y se tienen que desarrollar diferentes zonas. Es lo de menos, porque lo de más es que el campo, con sudores y esfuerzos de todo el mundo que se implicó, es una realidad.

Los comienzos no fueron desde luego nada sencillos. La idea de tener un club de fútbol en una localidad en la que había más de 8.000 residentes que por no tener no tenían ni un instituto, ni parques infantiles, ni canchas para practicar deporte, ni un centro de salud, parecía impensable. En previsión de que tardara el campo de fútbol inicialmente prometido, el Ayuntamiento de Teguise creó un campo provisional donde entrenaron las niñas y los niños que conformaron el arranque del Costa Teguise.
El Paseo de Los Vientos de Costa Teguise acogió esa nueva infraestructura deportiva en noviembre de 2016 tras la inversión de más de 44.000 euros del Ayuntamiento para el acondicionamiento de este espacio al aire libre con césped artificial. “Esta es una magnífica oportunidad para que los niños puedan desarrollar la actividad deportiva que más les gusta, y sin duda, es un avance para el deporte en Costa Teguise y para que los más pequeños puedan disfrutar de los valores que transmite el fútbol como deporte de equipo”, manifestó entonces Oswaldo Betancort. Por su parte, Francisco Carrasco, presidente del Club, expresó su satisfacción “por haber conseguido algo que pensábamos que no íbamos a lograr nunca”, y añadió que “con las nuevas instalaciones vamos a conseguir un equipo mejor y sobre todo, mucha unión de la juventud que hay en Costa Teguise”.
Eso fue el origen. Fue pasando el tiempo y el campo no llegaba, como explicó el actual presidente del Cabildo por la desesperante lentitud actual de las administraciones. A eso se sumó el problema con la empresa adjudicataria. Un desastre. Pero el campo se construyó, después de mucha lucha y mucha batalla, y el club se pudo instalar allí.
Siguen sin ser tiempos fáciles. Francisco Carrasco contó en el programa especial que casi todos los clubes de la Isla vienen a pescar al Costa. Cada vez que ven a una niña o a un niño que destaca, y han sido muchos casos, se lo llevan a otro sitio. "Si hiciéramos equipos con los niños que han venido a buscar otros clubes, seríamos punteros en estos momentos en la Isla", se quejó el presidente. Es una realidad actual, que sólo dejará de ocurrir cuando el proyecto se consolide definitivamente y cuando se termine la política agresiva actual que hay de tratar de ganar a toda costa, sin tener en cuenta otros valores que en el Costa sí son prioritarios, muy por encima de las victorias en el terreno de juego.
A pesar de todo, "Paco y Sergio, Sergio y Paco", el tándem que obró el milagro, no han tirado la toalla, y siguen soñando con lograr un Palmeiros de Costa Teguise que compita de tú a tú con el resto de clubes, que llegue a tener, por qué no, un equipo en categoría Regional.