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La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, ha mostrado este viernes en nota de prensa su satisfacción al conocer que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Las Palmas de Gran Canaria ha suspendido de forma cautelar la expulsión del consejero Juan Manuel Sosa como miembro del Grupo Nacionalista de la corporación, así como su consideración como no adscrito. De esta manera, mientras se resuelve la parte principal de la demanda interpuesta por el polémico consejero de Sanidad, queda suspendida como pretendía su condición de tránsfuga, a la espera de que se resuelva la parte principal del asunto que pasa por su no adhesión a la tesis defendida por el secretario de la institución, Mariano de León.
"Esta resolución judicial rompe por completo la estrategia de Coalición Canaria de presionar a Sosa para forzar su dimisión", explica Corujo en su nota, advirtiendo de que "el irregular intento de expulsar al consejero se enmarca en una operación de mayor calado, que tuvo su inicio en las coacciones de San Ginés denunciadas por Sosa".
Corujo recuerda que desde esas supuestas coacciones CC se ha volcado en una campaña permanente de acoso a Juan Manuel Sosa, acusándole de tránsfuga, a pesar de que conocen perfectamente que el consejero fue en sus listas como consecuencia de un acuerdo electoral con San Borondón y que fue esta formación la que dio por roto el acuerdo con Coalición, ordenando su cese como portavoz del grupo nacionalista en el Cabildo.
"La presión que han ejercido sobre Sosa resulta intolerable, pues se basa en la más absoluta de las mentiras: la situación administrativa del consejero es impecable desde el punto de vista legal y el empeño de Coalición de sembrar dudas sobre la honorabilidad de Sosa, acusándole de cobros indebidos, denota una reprochable ausencia de moral", señala la presidenta.
Corujo finaliza su nota reclamando a CC un ejercicio de dignidad política. "Todavía están a tiempo de pedir perdón por haber acusado falsamente a Sosa de usurpar la portavocía de Coalición o de cobros indebidos que no existen más que en la calenturienta imaginación de Pedro San Ginés", apunta.
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