José Enrique Abuín Gey, El Chicle, detenido por la muerte violenta de la joven Diana Quer, se ha acogido a su derecho a no declarar ante la magistrada del juzgado número tres de Ribeira, en funciones de guardia. La jueza ha decretado la prisión provisional incomunicada y sin fianza para el acusado.
Fuentes judiciales han facilitado esta información y han indicado asimismo que el juzgado número uno, encargado del caso, tiene previsto reabrir mañana la investigación, -que fue archivada de forma provisional hace casi nueve meses-, tras la puesta a disposición judicial ahora del único arrestado por el crimen de la madrileña.
«Podría haberle pasado a cualquiera»
Por su parte, Juan Carlos Quer, el padre de la joven Diana señaló que ha tenido la «mala fortuna» de que le tocase a su hija, pero ha añadido que esto mismo por desgracia podría «haberle pasado a cualquiera».
Visiblemente afectado, a la entrada del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) donde se practica la autopsia al cuerpo de la muchacha desaparecida hace dieciséis meses en el pueblo costero de A Pobra do Caramiñal (A Coruña) donde veraneaba, este empresario ha dado las gracias por el esclarecimiento de los hechos.
«Gracias a Dios nuestra sociedad en España tiene una respuesta», ha dicho a preguntas de la prensa allí congregada, y ha nombrado tanto a los responsables políticos como al equipo humano de la UCO de la Guardia Civil, «sobre todo» a ellos, por la labor realizada, ha agregado.
Caso Diana Quer: Prisión incomunicada y sin fianza para El Chicle
El momento que vive lo ha definido como «muy duro», toda vez que el desenlace de este caso ha sido el peor de los esperados.
José Enrique Abuín Gey, apodado El Chicle, casado y padre de una hija, que este primero de enero pasará a disposición de la justicia, es el único arrestado.
Fuentes de la investigación han indicado que en un inicio declaró que había atropellado a la chica, que en su última noche con vida acudió a la fiesta del Carme dos Pincheiros donde él también estaba.
No ostante, posteriormente se retractó y contó que al no poder forzar a Diana a tener sexo, la maniató y arrojó al pozo de una antigua fábrica de gaseosas situada en el lugar de Asados, en el ayuntamiento de Rianxo, donde se halló el cadáver tras su confesión.