martes. 22.04.2025

Definitivamente el cuento ha cambiado. Las ranas ya no se convierten en príncipes gracias al beso de las princesas; ahora tienen que hacerlo a golpe de bisturí. El programa Cambio Radical dice que su objetivo es mejorar la vida de las personas a través de la estética, aunque son muchos los que piensan que aquellos que se han sometido a todo el proceso de transformación necesitaban más una consulta psicológica que una nariz nueva.

El defensor del Paciente ha pedido al ministerio de Sanidad que retire el espacio porque considera que trata de forma circense un asunto tan serio como las intervenciones quirúrgicas y desde el departamento ministerial se ha dicho que no hay motivo para ello.

El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, Antonio Porcuna, ha asegurado que aunque la actuación de los facultativos fue correcta, “un reality show no es la forma de divulgar la especialidad” y en Crónicas es el doctor Julián José Castillo, cirujano estético del Perpetuo Socorro de Las Palmas de Gran Canaria, el que nos da su visión sobre el controvertido programa.

Reconoce que vio la primera parte del espacio televisivo, que por cierto, contó con una más que considerable audiencia y explica que “también me parece bastante circense porque cuando una persona quiere cambiar su estructura corporal, no es cuestión de meterla dos meses en una clínica y hacerle seis intervenciones porque es una forma de hacer mercantilismo y de buscar audiencia fácil”.

Asevera que es habitual que haya pacientes que se sometan a más de una operación pero que siempre es recomendable dejar que pasen unos meses entre una y otra para que el organismo pueda recuperarse. “Yo critico que esto se haga de una forma tan agresiva en tan poco tiempo, lo que constituye una agresión a la cirugía estética”, comenta.

Castillo insiste en que “cuando uno se somete a un proceso quirúrgico estético no trata la parte funcional del cuerpo pero sigue siendo un acto quirúrgico al que no se le puede quitar la importancia que tiene”.

Preparación psicológica

El doctor explica que hay que tener una preparación psicológica muy fuerte para someterse a un cambio tan radical y precisamente una de las críticas que ha recibido el programa es que las personas que han sido intervenidas han estado separadas de sus familiares y entorno durante dos meses, lo que puede suponerles un motivo de angustia ya que unen la incertidumbre de saber cómo van a quedar con el desconsuelo de no tener una voz conocida que les reconforte.

También comenta el especialista que si hay pacientes que necesitan apoyo psicológico tras someterse a una operación mucho más sencilla como una rinoplastia, qué no pasará con gente que se mira en el espejo y que puede tener una imagen más agradable que antes de ser intervenida pero que no se reconoce.

Sobre esta cuestión también se ha criticado mucho el trance por el que los hijos de una de las participantes tuvieron que pasar porque no sabían qué se iban a encontrar o a quién se iban a encontrar en lugar de a su madre; de ahí, la cara de susto de uno y los lloros desconsolados de una niña de 9 años. Sobre esto, el doctor Castillo asegura que “me pareció un manejo publicitario que no se corresponde a la realidad social que nosotros vivimos así que cualquier cirujano serio no puede estar de acuerdo con esto”. Por ello, comparte las palabras del presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, Antonio Porcuna, que asegura que la actuación de los facultativos fue “sobria, correcta y la que se esperaba pero que un reality show no es la forma de divulgar la especialidad”.

De hecho, uno de los comentarios más escuchados tras el programa es que estas personas más que acudir a un cirujano, lo que deberían haber hecho es ir a un psicólogo, algo que comparte el especialista canario.

Seguridad en el quirófano

Teniendo en cuenta que cuanto más tiempo se pase en un quirófano, más riesgo se corre, parece poco seguro que una persona se pueda someter a tantas operaciones sin poner en peligro su integridad. El cirujano del Perpetuo Socorro dice que “yo he visto que antes en países como Brasil sí que se hacía a la vez un cambio de párpados, mentón y un lifting, con lo que la paciente entraba a las cinco de la mañana y salía a las dos de la tarde y luego durante seis días no se podía ni mover, algo que a mí me parece que tendría que estar prohibido y que no se justifica que una persona se someta por gusto a algo parecido”.

Hay que buscar la menor agresión quirúrgica y no trivializar con el tema porque se está hablando de hacer cortes en el cuerpo con sus respectivas cicatrices y pérdida de sangre y explica que “a lo mejor a una persona que ha tenido un accidente grave se le somete a varias operaciones a la vez y se consigue un buen resultado pero lo que no debe hacerse es por salir en un programa de la tele”.

Lo que sucede es que el programa no ofrece lo malo; es decir, las horas de dolor, los moratones o los llantos, algo que espera que al menos, los pacientes sepan de antemano. También ocurre, comenta, que la gente se hace composiciones de lugar falsas como cuando ven anuncios que dicen “flaca en una hora” y “vienen los pacientes pensando que te sacan la grasa con una canulita pero eso no es una liposucción”.

Castillo insiste en que el valor de la cirugía estética estriba en que puede mejorar el aspecto estético de una persona pero que si se sigue por este camino de trivializar el tema, lo que vamos a conseguir es tener a un montón de ciudadanos frustrados porque por las circunstancias que sea no puedan someterse a esas operaciones.”A mí no me parece que el programa sea bueno para la sociedad”, concluye.

Cambio Radical convence a la audiencia pero no a los pacientes y médicos
Comentarios